miércoles, 29 de julio de 2015

El postparto y la lactancia de Pulguita

Hace unos días conté cómo fue el parto de mi Pulguita. Imaginaba que el postparto sería más fácil que la post-cesárea del Gnomito. Pero, o mucho he suavizado mis recuerdos de la cesárea, o el postparto me pareció igual de duro o peor!!

Tuve muchísimas molestias por la episiotomía, y además se sumaron unas hemorroides postparto del tamaño de judiones de la granja. Nunca en la vida había tenido hemorroides, pero claro, después de 3 horas de empujones, no es para menos. Pasado el tiempo Papi me confesó que mientras miraba cómo nacía Pulguita, se asustó sobremanera de ver mi trasero como un collar de garbanzos. Según él. En fin, un espectá-culo (jeje, chiste facil).

Estuve molestísima entre los bajos delanteros y los traseros. Además me dijeron que los puntos se caerían solos. ¡JA! Pasaron 8 días y ahí seguían, los 4 bien tirantes. Al final la matrona me los fue quitando poco a poco, primero uno, el que más me tiraba. Al cabo de unos días, dos más. Y el último me dijo que era muy interno y que ya se me caería. Me dijo que no sufriera dolor, que podía tomar calmantes y usar hemoal. Y eso hice, y poco a poco fue más llevadero aunque los andares de chiquito me duraron unas dos semanas.

Cuando ya consideré superados los dolores y molestias de bajos, fue a las 3 semanas, que me di yo misma el alta psicológica.

Con el Gnomito recuerdo que a los 8 días me quitaron las grapas de la cesárea y a partir de ahí fue coser y cantar! (o eso recuerdo).

Por suerte puedo decir que 9 meses después las hemorroides no han vuelto. Que no tengo ninguna molestia de la episiotomía, y que mi suelo pélvico se mantiene con mucha dignidad.

Además de lo mal que lo pasé con los bajos, no se quedan atrás "los altos", useasé, los pechos.

La lactancia con Pulguita ha sido (está siendo) más fácil que con el Gnomito. A los pocos minutos de nacer ya se enganchó al pecho, y con mi poca o mucha experiencia con el Gnomito yo veía un buen agarre y una buena postura, y así me lo confirmaron las matronas del hospital. Me estaba frotando las manos pensando que sería coser y cantar. Seguro que ya tenía "callo" de la lactancia del Gnomito y Pulguita no me haría daño, con lo bien que se agarraba además!

Bueno pues al día siguiente de nacer, ya tenía los pezones irritados. Poco tiempo después ya tenía heridas, no eran grietas, sino heridas, que al secarse se transformaban en costras. Al ponerme a la niña al pecho, las primeras succciones eran como cuchillas, veía las estrellas y tenía que ayudarla a abrir mucho la boca para enganchar la areola y que no pillara solo pezón. Poco a poco se iba pasando, pero me reblandecía la herida, y al terminar y secarse, otra vez costra.

Hubo una madrugada, que me estaba haciendo mucho daño en el pecho derecho y decidí probar con una pezonera. La niña siguió mamando con la pezonera pero a mi me dolía igual o más....así que la retiré del pecho y....horror!!!! la pezonera estaba llena de sangre!! Desperté a Papi y lo primero que le dije fue "Se me ha roto la teta!!". Pensé que me había desprendido el pezón o qué sé yo. No me atrevía ni a quitarme la pezonera a ver el desaguisao que tenía. Finalmente me la quité y me lavé el pecho en el baño, y lo que me había salido era una ampolla de sangre en el pezón. No sabía cómo gestionar eso, ni si la niña podría mamar de ese pecho....

Decidí dejarlo al aire, le di a la niña el otro pecho y nos dormimos. Al despertar la ampolla se había secado, y al rozarmela con el dedo, se cayó sola. Menos mal! El pezón seguía intacto!! Este fue el único contacto que tuve con las pezoneras, no me atreví a usarlas más, aunque la nena me seguía haciendo daño.

Durante los días que me duraron las heridas y las costras probé el Purelan, y las conchas estas que te pones en el pecho para evitar el roce, pero no me funcionaron nada bien, me cocían el pecho! Lo que mejor me funcionó fue dejar el pecho al aire, sin cremas y sin discos de lactancia, sin sujetador incluso.

Y, como con "los bajos", el pecho se curó a las 3 semanas.

9 meses después continuamos la lactancia materna con Pulguita. Ya es toda una experta, mama en las posturas más insospechadas, y ahora nos estamos enfrentando a una experiencia nueva, la lactancia con dientes de por medio! Esto no lo viví con el Gnomito ya que fue muy tardío con los dientes, y cuando le salieron ya se había destetado. Ahora Pulguita me pega unos bocaos que me mata. Menos mal que son puntuales, pero de vez en cuando me hace dar unos respingos de aúpa!


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