jueves, 18 de septiembre de 2014

El Gnomito cumple 2 años!!

Voy tarde, muy tarde, lo sé, pero hago lo que puedo. El 30 de Agosto el Gnomito cumplió 2 añitos. Como nos pasa a todas me parece increíble lo rápido que ha pasado el tiempo, mi bebé, ya no es un bebé, tiene 2 años y ya es un niño, no un bebé.

Ahora que se acerca el nacimiento de su hermana, estoy recopilando todos los vídeos que le he grabado en este tiempo para intentar hacer un montaje con ellos para que lo tenga de recuerdo, y se me saltan las lágrimas viéndole mamando, o los primeros intentos de gateo, las primeras cucharadas de puré, sus primeros pasos....¡TIEMPO, NO VAYAS TAN DEPRISA, que no me da tiempo a disfrutarlo todo!!

A sus dos años mide 88 cm y pesa 12,140 kg. Está normalito, un poco por debajo de la media en peso, y un poco por encima de altura. Está estupendo de todo, aunque nos han derivado al cirujano porque tiene fimosis. De momento es solo para que haga una valoración, pero bueno, tengo pensado escribir sobre esto en cuanto tengamos más información sobre ello.

Ya come de todo, lo mismo que nosotros, y en general come bien, aunque tampoco se pone morado salvo en las ocasiones en las que tiene sus comidas favoritas: pescado rebozado, coliflor gratinada, salchichas con ketchup, o arroz a la cubana. Ahí sí que devora.

Seguimos con el pañal, seguro que os parece algo de lo más normal, pero es que en su clase se está quedando de los últimos, ya quedan pocos con pañal, incluso niños más pequeños que él ya no llevan pañal, pero bueno es algo que no me preocupa demasiado, yo no lo veo para nada preparado y aunque lo estuviera, esperaría igualmente a que naciera su hermana para evitar posibles regresiones.

Habla muchísimo, cada vez hace frases más largas y mete verbos y todo. Su padre y yo le entendemos casi todo, abuelos, tíos y el resto de la gente le entienden solo a veces. Me encanta cuando alguien no le entiende y soy yo la que le traduzco lo que el Gnomito acaba de decirle. Habla mucho y no solo en "calidad", sino en "cantidad". Mi hijo no calla un momento. ¡No para de hablar! Incluso si estamos Papi y yo hablando de algo se mete en medio y nos habla para que dejemos lo nuestro y hablemos con él. Nos ha salido charlatán!!

El mismo día de su cumple lo celebramos como se merece, con los abuelos, tíos y primas, en el jardín de los abuelos. Pusimos algunos globos y banderines, platos y vasos de la peli "Cars", otro post aparte la pasión que tiene el niño por los coches. El resto fue todo hecho en casa, una fiesta de las de toda la vida.

Os pongo algunas cositas que hice, por si os da ideas para vuestras fiestas o reuniones caseras:

Palmeritas "pizza"

Pastel frío de cangrejo

Brochetas de mozzarella con cherry y de salmón con queso

Mini rollitos de primavera con salsa agridulce (congelados de Mercadona...)

Y la tarta!! Bizcocho de yogur relleno de chocolate y cubierto de más chocolate. Y mi sobrina metiendo la zarpa ;-)
Espero disfrutar mucho de tus dos añitos, mi niño, si algún día lees esto quiero que sepas que eres la alegría de mi vida, que vivo por tu felicidad, y que me llenas el alma cada día. Te quiere con locura,

Mamá


jueves, 11 de septiembre de 2014

Planes chulos de verano

Ya veis que ando un poquito retrasada. En todos los blogs andan con el tema de la vuelta al cole...pero yo, como he estado tanto tiempo sin escribir, tengo temas atrasados. Así que hoy voy a hablar de planes chulos que hemos hecho este verano.

El primero de todos....El Gnomito ya duerme en cama!! No queríamos que notara que llegaba su hermana y "le quitábamos" a él la cuna para dársela a su hermana. Así que decidimos hacer el cambio unos meses antes de su nacimiento. Hemos aprovechado una camita que nos ha dejado mi hermana, de esas de Ikea que son más pequeñas. El Gnomito está encantado! En la foto no sale, pero le ponemos barrera, y menos mal, porque muchas mañanas amanece completamente apoyado en la barrera, si no la tuviera se habría caído un montón de veces. Le encanta poder subirse y bajarse solo de la cama.  Y ahora va de guay y dice que la cuna es de bebés.


Piscina de bolas. Esto fue hace tan solo unos días, que pasamos por un centro comercial y tenían esta piscina de bolas gratuita. El Gnomito solo había estado en una en una ocasión y aún era muy pequeño, así que para él era una novedad. Me hizo mucha gracia ver cómo al ir pasando el tiempo iba creciendo su nivel de confianza y de hacer el bruto. Cómo al principio se sentaba con timidez entre las bolas, y al final se lanzaba casi de cabeza. Se lo pasó bomba, aunque yo pasé bastante estrés con los niños más mayores que él a los que sus padres abandonan a su suerte y nadie les dice "no te tires encima de ese niñoooo!". En fin. Los padres descuidados y "aparca-niños" merecen un post aparte.


Día de campo con amigos. Tuvimos la suerte de que una de mis amigas del grupo de mamis tiene un chalecito en la sierra, donde nos invitó a pasar el día a todas con papis y peques. Pasamos un día genial de barbacoa, y los peques encantados de pasar el día al aire libre y asilvestrados en el campo.


Además pudimos conseguir un castillo hinchable alquilado gracias al AMPA de la guarde de una de nosotras, y los niños lo disfrutaron de lo lindo.


Días de piscina. Nosotros no tenemos piscina con lo que nos apuntamos a cualquier plan piscinero que nos propongan durante el verano. Al Gnomito le encanta, ha ido cogiendo confianza con el agua poco a poco y ya consigue "nadar" con manguitos él solito sin agarrarse a nadie. Y si después del agua podemos ver unos dibus con nuestros amigos...mejor que mejor!


A pintar!!

Esto era un plan que tenía pensado hacer en casa, solo apto para el verano. Los Reyes Magos le trajeron al Gnomito unas pinturas de dedos, que probamos enseguida y fue un fracaso absoluto y una amenaza de infarto para mi, ya que el pequeño no entendía muy bien que la pintura era para pintar EN EL PAPEL y no en la pared, o el sofá, o para comer. Las pinturas fueron guardadas hasta nuevo aviso. Durante los meses siguientes han pintado muchas veces en la guarde con pintura de dedos, con lo que ya consideré que en verano estaríamos preparados para volver a intentarlo.

Lo primero, forrar la mesa con papel continuo, pegado con celo para que no se mueva. Segundo, ropa fuera!! Tercero, poner en el papel varios pegotes de pintura de diferentes colores. Cuarto....a disfrutar!!!!!


Confieso que algo estresadita sí acabé, y no fue todo lo limpio que me imaginaba, aún tenemos el recuerdo de este día en la tela de una butaca. Una toalla de lavabo acabó en la basura, ni me atreví a meterla en la lavadora. El Gnomito acabó en la bañera y su cuadro colgado con orgullo en su habitación.

No contenta con esto, por su cumple le hemos regalado herramientas para usar con la pintura de dedos, rodillos de espuma, sellos, etc. Así que volveré a liarla parda pronto, seguro!!

lunes, 8 de septiembre de 2014

Mi futuro parto: lo que quiero y lo que no


La verdad es que no me ha hecho falta llegar a la recta final del embarazo para pensar en cómo quisiera que fuera mi parto. Lo tengo claro desde antes de quedarme embarazada de Pulguita, y en base a eso elegimos el hospital donde estoy llevando mi embarazo.

Como sabéis, el Gnomito vino al mundo por cesárea programada ya que estaba de nalgas. No tengo ninguna espina clavada por haber tenido una cesárea, tengo claro que a día de hoy tampoco me arriesgaría a un parto de nalgas siendo primeriza, más aún sabiendo que cada vez se atienden menos partos de nalgas y el personal no está formado para ello. Nada me hubiera librado de una cesárea, y no tengo pena por ello. Miro mi cicatriz y la veo como la huella que el Gnomito dejó en mi, y me enorgullezco de ella. Sin embargo sí hay cosas que hubiera cambiado del nacimiento del Gnomito, que si bien en el momento me parecieron lógicas, con la experiencia y la información que tengo ahora, las querría vivir de otra manera.


  • No quisiera: Cesárea programada en la semana 39. ¿Por qué? ¿Por qué no esperaron a que fuera el Gnomito el que decidiera venir al mundo, y entonces sí, una vez de parto, hacer la cesárea? Quizá mi Gnomito no hubiera nacido con 3 kilos justitos, 2'800 al salir del hospital. Quizá sus pulmones hubieran madurado un pelín más y nos habríamos evitado tanta bronquilitis y una neumonía. El día que me programaron la cesárea, yo no tenía ningún signo de que el parto estuviera próximo, quizá el Gnomito hubiera estado dentro 1 o 2 semanas más. ¿Porqué no respetar sus tiempos? Por comodidad del hospital. Por no enfrentarse a una cesárea no apuntada en su calendario.
  • No quisiera: Estar sola durante el nacimiento de mi hijo. Entiendo que ante una emergencia médica en la que peligran la vida de madre o hijo, que requiera la actuación rápida de los médicos, no quieran a ningún "no profesional" entre ellos. ¿Pero una cesárea programada, sin complicaciones, y totalmente rutinaria? ¿Es necesario que la mujer esté sola? Bastante es que te aten los brazos en cruz, te pongan una sábana para que no veas nada, y todo el mundo hable detrás de esa sábana como si tú no estuvieras, como para no tener a nadie familiar cogiéndote la mano y calmándote, diciéndote que todo está bien, y que pueda recibir a tu hijo como se merece, no sacándole corriendo del quirófano sin ni siquiera verle la coronilla.
  • No quisiera: Que me separen de mi hijo al nacer. Siempre y cuando madre e hijo estén en perfecto estado, no entiendo porqué me separaron de mi hijo nada menos que 6 horas, con la excusa de que tras la intervención tenía la tensión alta. Comprendo que me tengan que vigilar la tensión. Pero ¿por qué no con mi hijo en mi pecho? ¿Es que acaso tener a mi hijo al pecho me subiría aún más la tensión? ¿O quizá ocurriría el efecto contrario, me sentiría más tranquila, relajada y feliz por poder estar con mi bebé? Quizá si el Gnomito no hubiera tardado 6 horas en acercarse a mi pecho, se habría agarrado mejor, y no habríamos tenido que usar pezoneras durante 2 meses por problemas de agarre.
Por todos estos "no quiero", decidimos conjuntamente Papi y yo elegir otro hospital para tener a Pulguita. Un hospital donde no llevan a cabo estas prácticas ni siquiera en las cesáreas. Estoy hablando del Hospital de Torrejón, en Madrid.

Sí quiero: Intentar un parto vaginal teniendo una cesárea previa. Soy consciente de que, tras una cesárea relativamente reciente (2 años y 2 meses), soy candidata a que mi útero no soporte tanto esfuerzo y tenga que pasar nuevamente por una cesárea. Sin embargo, quería huir de algunos hospitales en los que cesárea previa implica automáticamente una nueva cesárea, sin intentar siquiera un parto vaginal.

Sí quiero: Colaborar todo lo posible en la dilatación y encajamiento de Pulguita. Quiero poder moverme, adoptar la postura que el cuerpo me pida, poder meterme en la ducha si me alivia, ponerme música que me relaje, usar pelota de Pilates o colchoneta. Pero también quiero: poder recurrir a la epidural si lo creo necesario, ya sea con 5 cm de dilatación o con 9. Quiero disfrutar de mi parto y si, llegado el momento siento que empiezo a sufrirlo en lugar de disfrutarlo, me respeten y me anestesien cuando lo requiera.


Hace unos días hemos estado Papi y yo en una charla informativa en el Hospital de Torrejón donde llevamos el embarazo y tenemos pensado dar a luz, y salimos contentísimos porque creo que allí vamos a encontrar lo que andamos buscando, la forma en que queremos recibir a Pulguita. 

Ahora ya solo queda esperar a que llegue el día en que Pulguita quiera conocernos, con la tranquilidad de que será recibida como ella se merece!

viernes, 5 de septiembre de 2014

Tercer trimestre de embarazo

Pues sin comerlo ni beberlo me he plantado en la semana 31 de embarazo y casi no me he dado cuenta.

Creo que es verdad eso de que el segundo embarazo se pasa volando, tienes menos tiempo de centrarte en ti y en tu barriga, y también menos tiempo para dedicarte a ti misma y descansar.

En el embarazo del Gnomito salía todos los días a andar una hora, acompañada de Papi o ya en los últimos días que estaba de baja salía temprano por la mañana, sola y con los cascos. En este embarazo os puedo resumir fácilmente los días que he salido a andar: CERO.

Y el resultado es que estoy cogiendo menos peso que con el Gnomito!! Hoy, que cumplo 31 semanas (7 meses y unos días), he cogido 7,400 kg, lo cual creo que está la mar de bien!

La cosa es que aunque no salgo a andar, no paro en todo el día. El Gnomito demanda atenciones, y le cojo en brazos, salgo, entro, voy detrás de él como las locas cuando salimos con la moto...Y al final creo que tengo más desgaste, aunque no salga a andar.

La verdad es que me encuentro estupendamente, no tengo molestias salvo acidez de vez en cuando, pies hinchados, cansancio los días de mucho calor...en fin, nada fuera de lo común en embarazos ya avanzados.

A Pelotilla vamos a cambiarle el nombre. Y es que resulta que viene chiquitilla, una o dos semanas más pequeña de lo que la correspondería. De momento no es preocupante ya que han mirado los flujos de sangre, el cordón...y todo, cordón y placenta, están funcionando bien y está recibiendo sangre y oxígeno como debiera. En principio puede que sea una niña baja de peso, pero sana. Eso sí, me tienen vigilada porque si se retrasa más su crecimiento me mandarían a casa a hacer reposo, ya que de momento sigo trabajando. Total, que re-bautizo a mi nenita como PULGUITA.

Pulguita ya me ha dado la primera alegría, y es que hace semanas que está colocada en posición de salida. Si recordáis, el Gnomito no se colocó en ningún momento del embarazo y finalmente nació de nalgas con una cesárea programada. Ahora tengo la ilusión de poder tener a Pulguita mediante parto vaginal, y el que se haya colocado ya es el primer paso para conseguirlo, así que estoy feliz!!

A pesar de ser tan chiquitina, la tía tiene mucha fuerza y vitalidad, se mueve muchísimo y para mi es una experiencia nueva sentir las piernecillas moverse por arriba, parece que tengo un alien dentro, a todas horas la estoy notando, y cuando me tumbo a leer por las noches, apoyo el libro en la barriga y no para de movermelo con sus patadas.

Lo que sí he empezado a hacer es Pilates para embarazadas. Los ejercicios de suelo pélvico me cuestan un montón, espero cogerle el truco poco a poco para fortalecer esa zona, que ya en ocasiones como un estornudo, un ataque de risa o un cabezazo de mi niña, noto flojera por ahí abajo y a punto he estado de tener un escape. Lo que sí me deja como nueva son todos los estiramientos que hacemos. Rara vez me está doliendo la espalda, y yo creo que en parte es gracias a los estiramientos. Y, porqué no? Gracias al porteo del Gnomito que me ha fortalecido la espalda en todos estos meses.

En fin, me quedan 9 semanas para salir de cuentas y ya me está entrando el canguelo de cómo será todo cuando nazca Pulguita, cómo lo llevará el Gnomito, cómo nos organizaremos en casa...aunque por otro lado estoy muy ilusionada con su llegada y deseando que pasen los días y por fin conocerla...

Foto en la semana 28


jueves, 4 de septiembre de 2014

Viaje a Laponia finlandesa


Este año nuestras vacaciones se han dividido en dos partes, la primera es esta, una semanita en Julio en la que nos hemos atrevido a viajar a mundos lejanos con el Gnomito. La otra, en Agosto, dos semanas con plan de playa tradicional, que también contaré, aunque hoy quiero contar nuestro maravilloso viaje, y creo que me extenderé bastante!!

El destino: Finlandia, más concretamente la zona norte del país, la mítica LAPONIA. Con la ilusión de conocer a Papá Noel, nos embarcamos en esta aventura 9 almas: 3 parejas de adultos, todos hermanos o cuñados entre nosotros, 3 niños, uno por pareja, y dos barrigas, la mía y la de mi hermana.

Me preocupaban un par de cosas. Por un lado el viaje en avión con el Gnomito, que al no haber cumplido los 2 años no ocupaba asiento y tendríamos que llevarle en brazos con el considerable tamaño que tiene, una madre con barriga y un padre altísimo que apenas cabe en los asientos del avión. Otra preocupación era el tema de las comidas. El Gnomito ya no come purés, pero me preocupaba qué tipo de comida encontraríamos y si a él le gustaría o la comería. Entonces encontré los potitos de Hero Nanos, que son con trocitos, indicados para niños mayores de 1 año, los hay de paella, espaguetis boloñesa y lasaña de verduritas. Compré unos cuantos y los eché en la maleta por si acaso y reconozco que nos han salvado de más de un apuro.

Respecto al tema del avión, todo fue estupendamente. Al Gnomito le relaja el fuerte sonido de los motores al despegar, y con el cambio de presión y demás, tenía un efecto somnífero sobre él y casi antes de tocar las nubes se quedaba dormido encima nuestro. El sueño le duraba una hora u hora y media, el resto del vuelo estuvo entretenido comiendo, correteando por el avión o viendo dibujos en la tablet. La experiencia en los aviones ha sido muy buena y nada estresante como yo me imaginaba. Han sido 4 vuelos, y todos tranquilos y sin estrés.

Algunas reflexiones que puedo hacer de mi experiencia en Finlandia serían...


  • Los españoles somos muy ruidosos. O ellos muy silenciosos. O las dos cosas. Siempre hemos tenido la impresión de entrar a los sitios como un elefante en una cacharrería. 9 españoles niños incluidos, éramos muy, muy ruidosos en los restaurantes. Mirabas a otras meses y la gente come en silencio, apenas conversan mientras comen, lo cual nos llamaba mucho la atención. Eso sí, todo lo que tienen de silenciosos lo tienen de discretos, porque en ningún momento nos sentimos observados ni les vimos cuchichear sobre nosotros.


  • Está todo pensado para los niños. Hemos encontrado zona infantil en todos los restaurantes, aeropuertos, hoteles en los que hemos estado. Y tronas, por supuesto. En todos los baños hay cambiadores, peldaños para que los niños alcancen el lavabo, incluso orinal en muchos sitios. Es lo que llamaría un país "kids friendly", un gustazo para ir con niños.


  • Hay renos. Muchos, y no es ningún mito. El primer día no vimos ninguno y ya pensábamos que nos habían timado las guías de viaje y foros que habíamos leído. El segundo día vimos uno en la carretera. Paramos el tráfico y todo para hacerle fotos, menuda ilusión, un reno!! Según iban pasando los días dejó de ser novedad a ser un engorro encontrarte a cada paso no uno, sino familias o manadas enteras de renos en medio de la carretera, a las que pitas y te miran con cara de "querías algo?" sin inmutarse. 


Primer reno que encontramos. Foto mala pero con mucha ilusión

Cualquier día posterior....

  • Durante el verano es de día las 24 horas, tampoco es ningún mito. Es una experiencia extraña, porque es MUY de día. Para ayudar a los bioritmos, las casas no tiene persianas, ni contraventanas. La cabaña donde estábamos tenía unos estores semitransparentes que no quitaban para nada la claridad, así que recurrimos a quitar las colchas de las camas y colgarlas de la ventana, para así conseguir oscuridad. En cualquier momento de la noche que te levantaras al baño o a algo, mirabas por la ventana y era de día completamente. Terminabas de cenar, hacías sobremesa y a las doce de la noche salías a tomar el fresco y zas! de día. Es extraño estar cansado y con ganas de dormir y que sea de día. 


Vistas desde la ventana

Y desde otra ventana

  • En contra de lo que pueda parecer, hay mosquitos, muchísimos! Debe ser que como hay pocos meses al año en los que la vida puede surgir, en verano hay una explosión de vida vegetal y animal, y los mosquitos no se lo van a perder. Y son listos, e inmunes. Yo iba cargada de repelentes en espray, en loción, en pulsera...y me picaron, vaya si me picaron. Me picaron en el cuero cabelludo! atravesando mi gruesa mata de pelo. O a través del calcetín. O a medio centímetro de mi pulsera repelente. No había nada que hacer. Salvo no salir mucho a la calle entre las 20.30 y las 22 horas, que era cuando más había. Ya nos echamos a temblar cuando al salir del aeropuerto de Kuusamo, la ciudad a la que fuimos, el primer bar que encontramos se llamaba MOSQUITO. 


Es un destino de naturaleza pura. No hay ciudades ni monumentos que ver, al menos en Laponia, seguro que en Helsinki sí, pero no tuvimos oportunidad de visitarlo.
Nos alojamos en una cabaña de troncos, en medio del bosque, muy rústica. Contábamos con cocina, lo cual nos permitió hacer la compra en el súper y poder ahorrar algo de dinero en comidas. Aún así todo es carísimo, a groso modo podríamos decir que todo vale el triple que en España, y al haber euro, somos más conscientes de las diferencias de precio. Procurábamos hacer dos comidas al día en la cabaña, el desayuno y la cena. Llevamos de España muchos sobres de embutido envasado al vacío, que también nos resultó muy útil para llevar tentempiés para las caminatas por el bosque.

Nuestra cabaña
Hemos visitado varias zonas de senderismo, unas zonas muy cuidadas, con unos bosques impresionantes, y lagos y ríos por todas partes.

El Gnomito que como ya sabéis es un andarín, estaba encantado con caminar por el bosque, lo disfrutó mucho. Llevábamos la mochila Manduca y tuvimos que hacer uso de ella en algunos momentos en los que se encontraba muy cansado o en algún tramo difícil para él, pero en general, para tener menos de 2 años me parece que tenemos un montañero en potencia en casa, lo cual me encanta!!





Dedicamos un día a la atracción estrella, la visita a Papá Noel. Estuvimos conversando con él unos minutos, hablaba algo de español y el resto en inglés, estuvo muy simpático con los niños y les preguntó qué iban a querer de regalo por navidad. Mi sobrina le habló de la casita de Pepa Pig y el hombre puso una cara de no haber oído en su vida hablar de Pepa...aún así salió del paso diciendo "tomo nota, tomo nota".

La verdad es que era un hombre impresionante, enorme, de alto y de gordo, unas manos gigantescas y unos pies igualmente grandes. Con su pelo blanco y barba blanca hasta el suelo, sus gafitas. Estaba muy conseguido desde luego. El pobre sudaba como un pollo y es que tras esa estampa navideña se escondía un día de 30 grados a la sombra. En la foto que nos hicieron contrasta un poco su vestimenta invernal con nuestras bermudas y camisetas de tirantes.


Santa is here!! (en invierno la estampa tiene que ser mucho más bonita)
En el mismo pueblo de Papá Noel está la línea del Círculo Polar Ártico y este cartel tan chulo que te recuerda lo lejos que estás de casa.



Visitamos la oficina de correos del polo norte, donde se encuentran los casilleros con cartas recibidas de todos los países del mundo, organizadas por países. Tienes la posibilidad de enviar una carta o postal a los niños, como si fuera Santa el que la envía, para que les llegué una semana antes de Navidad. Lo hicimos por supuesto! Esperemos que nuestros peques alucinen cuando en unos meses lleguen las postales.

No me quiero alargar más, como conclusión decir que ha sido un viaje inolvidable, sobre todo por vivir la experiencia con el Gnomito, que ha resultado un todoterreno que se adapta a todo, que disfruta con todo, y que adaptándote un poco a los niños es posible viajar con ellos y disfrutar. Quizá me ha parecido un destino un poco monótono, en el sentido de que es naturaleza y más naturaleza, y con paisajes similares. Quizá me hubiera gustado poder alternar diferentes tipos de paisajes, alguna parte más cultural, algo de ciudad...pero bueno dejando eso a un lado es un viaje que nunca olvidaremos, aunque mi Gnomito era muy pequeño aún y lo tendrá que recordar a través de las fotos!!

Volvemos!!!

Mirando la fecha de mi último post, veo que he estado más de dos meses sin escribir, cómo pasa el tiempo!

Reconozco que he pasado una época muy desmotivada con el blog, no tenía ganas de escribir, me faltaban ideas, me preguntaba qué hacía yo escribiendo, en fin, por unas cosas o por otras no me ponía, no sacaba el hueco para escribir.

Ahora que han pasado las vacaciones y retomamos las rutinas, he vuelto con muchas ganas de escribir y de contar cosas, tengo un mogollón en la cabeza de todo lo que quiero contar, quiero hablar de las vacaciones, los avances del Gnomito en este verano, cómo va mi embarazo...así que voy a ir poniendo en orden mis ideas y sobre todo reservando huecos durante el día para escribir.

He vuelto con energía!!