martes, 15 de septiembre de 2015

Juegos entretenidos, hechos a mano

Al hilo del post en el que hablaba de que había descubierto otra forma de jugar, hoy os enseño algunos juegos caseros, que con unos pocos euros gastados en la tienda multiprecio de al lado de casa, y mi buena amiga LA PLASTIFICADORA, he ido haciendo en casa y al Gnomito le han entretenido mucho (como buen niño tres años, "mucho" significa que estuvo concentrado unos 15 minutos).

(La plastificadora fue un regalo de mi amiga Susana por mi cumpleaños, que ya estaba viendo mis nuevas inquietudes y acertó de lleno. Si me lees, Gracias!!)

JUEGO 1: Bolitas a la huevera.

El material empleado es una huevera de cartón, unas pinzas de cocina de estas para el hielo, y unas bolitas de fieltro de colores (del multiprecio).

El juego consiste en coger las bolitas con las pinzas y colocar cada una en un hueco. De esta manera se desarrolla la motricidad fina, al tener que manejar la pinza con cierta precisión.

Se pueden hacer variaciones, por ejemplo pintando el fondo de cada hueco de la huevera de un color, y tiene que meter cada bolita en el color que le corresponde.

O también, cuando domine las bolitas, ir usando cosas más pequeñas, nueces, uvas, garbanzos.....para así aumentar la dificultad y la precisión necesaria.

Recomendaría guardar el juego cuando deje de prestarle atención. Y ofrecérselo de nuevo más adelante, para que vuelva a resultarle novedoso. Yo se lo dejé a su alcance para que jugara cuando quisiera y no solo no lo volvió a utilizar, sino que la mitad de las bolas se han perdido, la otra mitad las ha pintado con rotulador, y las pinzas las usa para tirarnos pellizcos :-S



Nota: El Gnomito ya no usa chupete...la foto es de hace un par de meses


JUEGO 2: Puzzles de palitos

Material: imprimible de palitos (se puede sacar de internet o hacerlo uno mismo), y palitos de manualidades (como los del médico pero de colores. Tienda multiprecio). Yo además plastifiqué las plantillas del puzzle para que me duren más.

Como veis se trata de ir colocando los palitos de colores en su sitio y hacer los puzzles.

Desarrollamos la motricidad fina al colocar los palitos, y practicamos los colores.

Ojo si tenéis un bebé en casa, los palitos destiñen. Cuando me quise dar cuenta Pulguita tenía la lengua, boca y cara manchadas de verde!!

Los palitos los tenemos guardados en una caja y los usamos para jugar a más cosas. Contruimos carreteras, los metemos en cualquier caja vacía a la que le hacemos una ranura tipo "hucha"...y juego libre, sin dar ninguna indicación, el niño le sacará muchas otras utilidades.


JUEGO 3: Rescate en el hielo

Este juego lo vi en varios blogs y me encantó para el verano.

Se necesita un bol, agua, muñequitos de goma, y colorante alimenticio (opcional).

Metemos en el bol los muñequitos a rescatar, además de piedras, hojas, conchas...lo que queramos.  añadimos el agua coloreada, y al congelador. Cuando esté congelado lo desmoldamos, y a rescatar a los muñecos!!

Les proporcionamos agua templada, sal, y herramientas, para que ellos vayan derritiendo el hielo y rescatando a los muñecos.






JUEGO 4: Circuito para coches

El Gnomito tiene un garaje para jugar con sus coches...pero para innovar y cambiar el circuito, podemos usar cinta adhesiva de algún color y hacer un circuito en el cuelo de casa.


Se le puede añadir un paso se peatones, un túnel...lo que se nos ocurra!!

Me parece una buena forma de jugar a cosas nuevas sin dejarnos un dineral en juguetes.

Pues venga, a jugar se ha dicho!!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El ingeso de Pulguita en el hospital


Ya he contado muchas veces que el Gnomito es propenso a padecer enfermedades relacionadas con los pulmones: bronquiolitis, bronquitis, broncoespasmo, incluso una neumonía.

Pulguita nació en Noviembre, época del año ideal para la proliferación de virus varios de guardería. Y con un niño de 2 años en casa, por muchas precauciones que tomes, es inevitable que los virus campen a sus anchas.

Seguramente no fue el Gnomito directamente el que la contagió, ya que en esa época apenas se acercaba a su hermana. Sería a través de mi o de Papi, que estamos en contacto permanente con ambos.

El caso es que, tenía Pulguita dos meses y era la madrugada del 5 de Enero. Pulguita tenía muchos mocos y tos, estaba inquita, no estaba descansando bien. Y nosotros, que ya tenemos bien aprendidos los síntomas, empezamos a agobiarnos. La desnudamos y vimos que se le marcaban mucho las costillas al respirar, parecía agobiada. Además había vomitado varias veces por la tos.

Siendo las 3 de la mañana en pleno invierno, y teniendo otro hijo pequeño en casa, es más difícil tomar la decisión de coger la mochila e irte al hospital. Pero finalmente la tomamos. Papi de quedó en casa con el Gnomito, y yo me puse un chándal, metí 4 cosas en una mochila, envolví a Pulguita en una manta, la metí en el coche y al hospital.

 Siempre te queda la duda de si te tacharán de madre histérica. Pero yo seguí mi instinto. Mi hija no estaba bien, y solo tenía dos meses.

Allí me lo confirmaron. Tras examinarla y tomarle una muestra de moco para identificar el virus, era bronquiolitis. Y debido a la corta edad de la niña, me la ingresaban. Me cayó como un jarro de agua fría. El Gnomito había pasado muchas como esa o peores, y nunca le habían ingresado. Yo pensaba en mi niña. Sus primeros Reyes, ingresada en el hospital. Y pensaba en mi niño, que iba a subir en una carroza de la cabalgata de Reyes, y no estarían ni su madre ni su hermana para verle. Vendrían los Reyes con estas circunstancias? Me daba una pena horrible, por tener a mi hija ingresada, pero además por las fechas en las que estábamos.

Para colmo nos pusieron un cartel en la puerta de la habitación, indicando que era un paciente algo así como “infeccioso”, con visitas restringidas y uso de guantes y mascarilla para tratarle. Pobre mía. Su hermano no podía venir a verla. Papi venía a ratos, tenía el corazón dividido, tenía que cuidar del Gnomito pero su hija estaba en el hospital y él no podía estar con ella todo el tiempo. Los abuelos sí pudieron venir, agradecí enormemente su compañía.

Nos dieron una habitación con una cunita y un sofá, en el que yo pude quedarme las 24 horas del día. Papi me trajo ropa y sábanas. El hospital me proporcionaba desayuno, comida y cena. La cunita apenas la usamos. La niña dormía conmigo en el sofá. Agradezco enormemente el trato que recibimos en el hospital, ya que sé que en algunos o no te dejan quedarte con el niño, o si te dejan, no te proporcionan absolutamente nada, ni de comida ni sitio para dormir. En este caso sí, incluso no oí ni un comentario sobre que no usáramos la cuna y la niña durmiera conmigo.

 El tratamiento era suave, tenía un pulsioxímetro conectado en el piececillo las 24 horas, para controlar la saturación de oxígeno. Y cada 4 horas, aerosoles de suero. En ocasiones le subía algo de fiebre y le daban Paracetamol.

Era 5 de enero, víspera de Reyes. De repente empecé a oír jaleo por el pasillo y al momento entró un séquito de pajes perfectamente vestidos, y detrás sus majestades los 3 Reyes Magos!! Llamaban a Pulguita por su nombre, y también sabían su edad. Son magos de verdad!! La trajeron un regalito, un juguete para bebés.

Al rato vino también un equipo entero de rugby. Unos tíos enormes y barbudos, que traían de regalo un balón de rugby dedicado, con el nombre de mi niña. “Con cariño de tus amigos del Madrid Barbarians”, rezaba la dedicatoria. Unos tíos tan grandotes, y tan tiernos a la vez. A ver qué hacía una bebé de dos meses con un balón de rugby! Pues ahí lo tiene, recuerdo de sus amigos los barbudos.

 Nos hicimos fotos con los reyes y los barbudos, fueron unas visitas preciosas, pero agridulces.

Siempre veo en el telediario cuando los deportistas o gente famosa van a los hospitales a ver a los niños enfermos en días especiales como este. Les llevan regalos que la gente dona “para los niños enfermos”. Los ves por la tele y te da penita por esos niños. Pero cuando un día es tu hija la “niña enferma” que recibe esa visita…se te parte el alma. Y eso que era una enfermedad menor! Me sentí muy cerca de esas familias que tienen a sus hijos realmente enfermos. No soy capaz de imaginar su sufrimiento.

Por la tele estaban retransmitiendo la cabalgata de Reyes, y mi whattsapp estaba que echaba humo, enviándome fotos de Papi y el Gnomito disfrazados y montados en una carroza de la cabalgata de nuestro pueblo. Y yo me lo estaba perdiendo.

Papi y yo decidimos que, como el Gnomito aún era pequeño y no controlaba bien las fechas, qué más daba que los Reyes vinieran con un día de retraso?? Preferíamos darle los regalos estando los 4 juntos en casa, en lugar de recibirlos el mismo día 6 de enero, pero estar solitos Papi y él.

 El 6 de enero el Gnomito vino al hospital. Papi se quedó con Pulguita en la habitación, y yo bajé a la cafetería a pasar unas horas con él, siempre y cuando Pulguita no demandara su teta. Cuando llegó el momento de despedirnos, el Gnomito lloraba mucho, se agarraba a mí y me decía “Mami ven a casa”. Me rompió el corazón.

Fueron unos días muy tristes para mi. Por suerte Pulguita estaba evolucionando muy bien. La mañana del 7 de enero le dieron el alta, y pudimos irnos a casa!!

 Ese día el Gnomito había vuelto a la guarde, así que lo primero que hicimos fue preparar todos los regalos, para que los encontrara al llegar. Fuimos Papi, Pulguita y yo a recogerle a la guarde, qué alegría se llevó. Y al llegar a casa…habían venido los Reyes!!! Por fin pudimos disfrutar del momento los 4 en familia.

 Fueron unos días malos, afortunadamente fue una enfermedad leve, pero desde entonces me siento más cerca de esos padres que sufren de verdad por las enfermedades de sus hijos, y por tener a su familia dividida.

 Al final, como dicen las abuelas, que no nos falte la salud!

jueves, 3 de septiembre de 2015

Elección de colegio para el gnomito


 Como la mayoría de los niños nacidos en 2012, dentro de pocos días el Gnomito empieza “el cole de mayores”.

Allá por el mes de marzo, se hicieron las jornadas de puertas abiertas en los coles, para poder conocerlos, tanto las instalaciones, como el proyecto educativo, y el personal del centro.

 En nuestro municipio casi todos los colegios son públicos, salvo un concertado y un privado. Hoy quiero contar los puntos más importantes que nos llevaron a decidirnos por uno de los colegios.

  1. Cercanía: queríamos que el cole esté en el municipio en el que vivimos, que sus amigos sean del pueblo, que su entorno sea cercano a casa.
  2. Escuela pública: por motivos económicos y porque no nos convencían nada las opciones concertada y privada que teníamos cerca.
  3. Sistema por proyectos: sin libros de texto el máximo tiempo posible (en nuestro cole, es así durante todo Infantil). Aprendiendo a través de un tema de interés general para los niños. Creando el material educativo los propios profes, en función del proyecto elegido. Haciendo participar a las familias. Fomentando la curiosidad de los niños, motivándoles a investigar por sí mismos. Animándoles a exponer en público todo lo que han aprendido o investigado. Mi creencia personal es que un niño de 3 a 5 años no necesita saber leer, escribir, los números hasta el cien, incluso sumar y restar. Que si lo aprenden, bien! Pero creo más importante que aprendan a aprender. Que estén motivados y tengan curiosidad. Que sepan dónde buscar información. Que no tengan miedo a expresarse en público. Creo que estas son unas bases mucho más importantes para el resto de su vida.
  4. No bilingüe. Para esto hay opiniones para todos los gustos. Y la nuestra es que creemos que en los coles bilingües se fomenta el inglés a costa de sacrificar contenidos. Que los niños no acaban de comprender bien las materias y hay un trabajo enorme en casa con los padres para entender conceptos. Que crea falta de vocabulario en español (yo no sé cómo se dice afluente, o cordillera en inglés; pero me parece una pena que un niño, sepa estas palabras en inglés porque lo ha dado en Sciences, pero no las sepa en su propia lengua). Creo que los profes, o saben inglés pero cojean en la materia impartida, o saben de la materia pero hablan un inglés macarrónico. Pero en esto, insisto, es mi opinión personal, y uno de los requisitos nuestros para elegir cole.
  5. Con buen nivel de inglés. Que no sea bilingüe no quiere decir que no quiera que mi hijo no sepa inglés. Valorábamos que el cole dé alguna clase más de inglés a la semana que las mínimas que exige la ley.
  6. Respetuosos con los pequeñines. Que les cambien de ropa si tienen escapes. Que les dejen dormir la siesta si lo necesitan. Que les ayuden con la comida si tienen dificultades.
  7. Cocina propia. Huir de caterings y precocinados en el comedor.
Estos más o menos eran los requisitos que nosotros pedíamos en un cole. Fuimos a visitar 5. De uno de ellos nos fuimos en mitad de la visita. En cuanto a instalaciones, creo que en la escuela pública son todos muy parecidos, con baño en el aula y salida directa al patio. Patio de infantil independiente de primaria. Aula de psicomotricidad, pabellón deportivo, comedor…Me parecieron todos bastante parecidos. Pero cómo cambia la cosa según el equipo docente, y el proyecto educativo! El cole que finalmente elegimos, nos aporta, además de lo que nosotros pedíamos, cosas que no nos habíamos planteado y que consideramos muy positivas:

-          Colegio pequeñito. De los llamados “Línea 2”. Sin  interés por ampliar cupo, ya que quiere conservar sus aulas de música, psicomotricidad, laboratorio, biblioteca, informática…

-          Buen nivel de inglés. En 5º de primaria están usando libros de texto de 1º de ESO.

-          Participación de las familias en actividades del centro. Talleres, charlas, experimentos, día de los abuelos, carnaval…

-          Celebración de festejos. Navidad, día de la paz, carnaval, san isidro, cabalgata de reyes…(Yo personalmente no me acuerdo de hacer una raíz cuadrada, pero sí recuerdo la fiesta anual de mi colegio, con gran cariño además).

-          Colaboración con un centro de educación especial que tienen al lado. Los viernes se comparte el patio con los vecinos, y se hacen grupos en primaria para pasar el recreo con ellos. Los niños están acostumbrados a tratar con niños en silla de ruedas, ciegos, síndrome de down, y con todo tipo de discapacidad.

-          Lavado de dientes. Es obligatorio después de comer. Me parece genial para crear el hábito a los peques.

-          Toda la comida fresca. Nada congelado. La verdura se pela y se trocea allí mismo. Las croquetas o los san jacobos, son hechos allí.

-          Almuerzo saludable: cada día debemos llevarles el almuerzo de media mañana diferente. Lunes lácteo, martes fruta, miércoles sándwich…etc.

Estamos encantados con el cole que hemos elegido, lo hemos hecho pensando en lo mejor para el Gnomito y para Pulguita que vendrá después, y confiando en que van a ser sobre todo muy felices en su etapa escolar, que disfruten aprendiendo, y que les inculquen los valores que Papi y yo tratamos de inculcarles día a día.

 Aunque al final cada niño es un mundo, y si se adapta bien, hace amigos, y es feliz, la elección del cole habrá sido un éxito, sea este o aquel.