martes, 13 de mayo de 2014

Escapada a la Sierra de las Villuercas

Los primeros días de Mayo tenemos unos festivos divinos en Madrid, ya que el 1 de Mayo es el día del trabajo, y el 2 el día de la Comunidad de Madrid, además este año no podía cuadrar mejor, han caído en jueves y viernes, pedazo de puente por delante para hacer una escapadita.

Nos lo propusieron unos amigos que tienen un bebito de 3 meses y 2 perrazos de los grandes. Nos fuimos a un pueblecito muy pequeño de la provincia de Cáceres, a una zona llamada Sierra de las Villuercas. El pueblo se llama Cabañas del Castillo, y está a los pies de una peña de piedra donde viven un montón de buitres, a los que podíamos ver a primera hora de la mañana y última de la tarde, cómo sobrevolaban lentamente sobre nosotros, cómo se apreciaba hasta su cuello de color blanco. Me hacía gracia pensar en el contraste entre el vuelo lento y majestuoso de un buitre, y el aspecto ruin y carroñero que tienen cuando van andando.

Ha sido una terapia de relax, que hasta me encontraba genial físicamente, sin malestar de estómago y a tope de energía. Solo tenía que asomarme a la ventana por la mañana y ver la dehesa extremeña a mis pies.


La primavera estaba exultante de agua, verde y flores, todo el campo plagadito de jaras en flor, una maravilla...


y esta nuestra casita de pueblo...


El Gnomito ha disfrutado muchísimo estos días. Sobre todo compartir casa y tiempo con los perros de nuestros amigos. Se ha hecho amigo inseparable de uno de ellos, llamado Harpo, es graciosísimo escuchar al Gnomito con su lengua de trapo y de repente pronunciar a la perfección "Happoooo!!". Le ha desgastado el nombre de tanto llamarle y buscarle, y viceversa, que si no era uno era el otro, el caso era estar todo el tiempo juntos. El primer día me dio un escalofrío el lavado de cara que le metió el perro a lametazos, no sé las veces que le lavé la cara y las manos al Gnomito...hasta que ya entendí que era un imposible. De repente escuchar en alguna habitación al Gnomito venga a reír...y encontrármelos en plena lametada de orejas de Harpo al Gnomito. Pues nada hijo, si te gusta...a disfrutarlo.

Hemos hecho excursiones por el campo y el Gnomito ha ido a ratos en la mochila de montaña y a ratos andando. Nos ha salido un andarín, creo que tiene mucho aguante y anda mucho rato! Y más si encuentra un buen palo, tipo bastón...




Uno de los días fuimos a comer a un restaurante super especial, en medio de la nada, un lugar muy hippie y pintoresco, llevado por una pareja de Suizos, en el que pagas 30 euros y lo demás es sorpresa. Platos muy ricos hechos con ingredientes buenos y saludables, cultivados por ellos mismos, originales, usando especias exóticas. Licores de combinaciones imposibles, totalmente caseros y riquísimos, al igual que los dulces, zumos, etc. Una degustación de quesos de todo tipo, a cual más rico. Y todo ello en una terraza con una sombra riquísima, una decoración preciosa llena de mosaicos de colores, con pequeñas fuentes para escuchar el rumor del agua, y rodeados de campo, con lo que pudimos hasta llevar a los perros. Una delicia de lugar.

Me ha encantado estar en contacto con la naturaleza, con la vida de pueblo, con el panadero que pasa con la furgoneta y pita por la mañana, la vecina curiosa que llama a nuestra puerta preguntando por una tal Ángela...los perros y los niños en libertad por unas calles sin coches, el ruido de las ranas de las charcas cercanas por la noche, las estrellas tan brillantes, el olor a jara y a campo....una recarga de pilas para el cuerpo y el alma....



2 comentarios:

  1. Qué chula la escapada. Verlos así es una delicia.

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  2. Qué chuli! y lo habeis aprovechado un montón!. Seguro que en algún momento lo releo para cogeros la idea.

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