jueves, 17 de octubre de 2013

Finde rural-Cáceres


Y es que nos apuntamos a un bombardeo. Unos amigos nos propusieron irnos de casa rural con ellos y ni nos lo pensamos. La verdad es que nos lo pusieron muy fácil, seríamos 4 parejas y 6 niños en total. Una de esas parejas se encargaba de buscar casa, otra de hacer la compra. Vamos, nosotros solo teníamos que poner el dinero y hacer las maletas. Más fácil imposible. Normalmente suelo ser yo la que organiza, busca, reserva...pero esta vez me dejé llevar.

La zona donde fuimos, es La Vera, en el norte de la provincia de Cáceres. Yo tenía una idea muy equivocada de esta provincia, mucho más seca y árida. Y me ha sorprendido encontrar tierras verdes y preciosas.

Nos fuimos el viernes por la tarde, teníamos 2 horas y media de camino desde Madrid. El Gnomito fue bastante inquieto, pero nada que una buena sesión de Cantajuegos no pueda aplacar. Llegamos los últimos, al llegar ya era de noche y ya estaba toda la tropa esperándonos, en una casa completamente rural. Una casa de pueblo antigua pero arregladita, aunque conservando la estructura inicial lo cual se traduce en: ESCALONES PARA TODO. Planta de arriba, de más arriba, de abajo, para entrar a cada habitación un escaloncito de subida o bajada, en la cocina lo mismo, en medio del pasillo también...ideal para ir con niños que acaban de empezar a andar ;-)

Por suerte el mismo viernes, en el cole del Gnomito la actividad del día había sido psicomotricidad gruesa, aprendiendo con escalones. Así que nos ha venido al pelo. El Gnomito ha practicado la subida y bajada de escalones todo lo que ha querido y más! A día de hoy la subida escalando a 4 patas la tiene dominada. La bajada es otro cantar, aunque ya es capaz de bajar un escalón agarradito a la pared.

El caso. Nos instalamos en la casa con el tiempo justo de ponernos con los baños y las cenas de los niños. Una vez durmiendo todos, pudimos disfrutar de una cena y una buena sobremesa los 8 mayores, de lo más agradable la verdad. Aunque cómo se nota el tute que llevamos encima ahora entre el trabajo y los niños! Años ha, cuando íbamos de casa rural con amigos, estas veladas se alargaban hasta bien avanzada la madrugada. En esta ocasión...a las 12 de la noche no quedaba un alma danzante por la casa...

A la mañana siguiente al asomarnos a la terraza, esto fue lo que encontramos. Al llegar de noche a la casa no teníamos casi ni idea del paraje en el que estábamos:


Organizamos todo para pasar el día entero fuera. Una gran fuente de filetes empanados y 3 barras de pan. Fuimos a visitar el Monasterio de Yuste, con la suerte de que como era el día de la Hispanidad, la entrada era gratis. Bien!!



Después nos fuimos en busca de una zona de campo donde hacer nuestro picnic, y fuimos a parar al borde de este río.



Me sorprendió lo verde que aún está todo, a mediados de Octubre esperaba ver un paisaje más otoñal. En cualquier caso estaba precioso. Os podéis imaginar las horas que pasamos, mayores y niños, entre estas piedras, y os imaginaréis también, la cantidad de pies que acabaron dentro del agua....

Por la tarde dimos una vuelta y tomamos en café en un mini-pueblo llamado Garganta la Olla, con una plazoleta con un poyete lleno de abuelitos sentados con sus bastones, mirando a la gente pasar. Se quedaron prendados de nuestros 6 retoños. El Gnomito incluso se quería llevar el bastón de uno de ellos!! Mi peque disfrutó mucho de andar en un suelo empedrado y lleno de cuestas. Cómo puede ser que no vea el peligro de lanzarse cuesta abajo corriendo...si aún no sabe correr!! Por suerte éramos tantos que siempre había una mano amiga a la que agarrarse y bajar la cuesta corriendo y gritando. Y encima le invitaron a gusanitos.

Tras la jornada rural y campestre, vuelta a la casa y baño conjunto del Gnomito y otra de las churumbelas, que son de la misma edad. Niños cenados y acostados. Padres cenando y de sobremesa de nuevo.

El domingo nos dedicamos a recoger la casa y cargar los coches, y dirigirnos a Jarandilla de la Vera, donde comimos de restaurante y tomamos café en su Parador, que tiene un patio interior muy bonito con mesitas donde tomarte el café.

Ha sido un fin de semana genial, por poder compartir estos ratos con nuestros amigos, y sobre todo por ver a mi niño interaccionar y convivir con otros niños, explorar una casa nueva, pasárselo bomba tirando palitos al río y diciéndoles adiós porque se los lleva la corriente...Hemos disfrutado muchísimo. Tanto que de ahí vino mi post del lunes "Pensamientos de una madre trabajadora", donde pensaba que mi sitio está al lado de mi niño y no entre estas 4 paredes. Claro, que por desgracia necesito estas 4 paredes para ganar el dinerito que nos permite vivir.

En fin. Un fin de semana estupendo en una zona preciosa y en la mejor compañía!!





2 comentarios:

  1. Me lo apunto! tiene una pinta estupenda y me encanta leer que lo pasasteis tan bien. Esas escapadillas son las que nos dan la vida para el resto de la semana. ¡Espero que tengas muchas!

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  2. Además se ve que por edad le venía muy bien ese viaje, con escalones, ríos y piedras.

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