martes, 29 de octubre de 2013

El cambio de hora

Yo soy de las que no comprende por qué hacemos los cambios de hora, dónde está ese supuesto ahorro de energía, si todos encendemos las luces y las calefacciones antes porque nos recogemos antes porque se hace de noche antes. En fin, cosas que se escapan de mis entendederas. El caso es que es lo que hay, y los mayores más o menos nos acostumbramos pronto, un día se te hace la mañana eterna y llegas a la comida con un hambre tremenda, y a la cama con más sueño del habitual, y ya está. En un día, adaptado estás.

Pero y los niños? Ahora no recuerdo si los anteriores cambios de hora, afectaron a mi Gnomito. Probablemente no, porque el año pasado por estas fechas era solo un bebé de 2 meses pegado a la teta de su mami, que comía y dormía cuando quería, así que no entendía nada de horarios. En marzo-abril que vino el siguiente cambio, yo ya trabajaba pero el Gnomito estaba con sus abuelas, que también le dejaban dormir y comer más o menos cuando quería.

Pero ahora es diferente. El Gnomito tiene 14 meses (los cumple mañana), y sus horarios están ya bastante marcados, ya que va a la guarde. El cambio es tan solo una hora, pero he notado que le ha afectado mucho , y aún hoy martes, creo que no ha terminado de adaptarse.


El sábado pasado dormimos una hora más. JA! Dormimos?? Querréis decir que nos levantaremos una hora antes! Porque el Gnomito los fines de semana suele amanecer sobre las 8.....que con el cambio de hora eran las 7. Y dile tú que tiene que dormir una hora más...

Lo mismo con el desayuno. El Gnomito suele desayunar sobre las 8.30. Pero claro, con el cambio de hora a las 7.30 ya estaba reclamando su desayuno....le intentamos aguantar lo que pudimos pero acabó desayunando antes de las 8.30 (hora nueva).

Y así con la hora de comer, más de lo mismo. Y la siesta. Conseguimos aguantarle un poco para que la hora de la siesta fuera ya con el horario nuevo...y claro el pobre cuando por fin pilló la cama se echó un siestón de 2 horas y media. Luego la merienda dijo que pa mi. Que se le había pasado la hora y ya no tenía ganas.

Ayer lunes, a las 6.30 ya estaba flamenco el tío (claro, según la hora antigua serían las 7.30, su hora habitual de levantarse para ir al cole).

Pero lo peor vino por la tarde. Salimos a la calle a las 17.30, para aprovechar las horas de luz, ir al parque y dar un paseo por la calle. Y claro, el peque que empieza a ver que se hace de noche....y empieza a pedir bracitos y a acurrucarse como diciendo "mami qué hacemos aquí, que ya es de noche, vamos a dormir". Pero claro eran las 7 de la tarde!! Así le tuve, como un koala pegadito a mi. En el parque pero sentados en un banco. En casa viendo los Cantajuegos SENTADO (sentado!!!), a mi lado y quietecito. Estaba agotada la criaturita. Viendo el panorama le preparo la cena antes de lo normal, puré y croquetas, y me siento con él a cenar yo también. Y ahí empiezan los llantos. No aguanta sentado en la trona, pero tampoco sentado en mis rodillas, no quiere comer nada, se frota los ojitos, no puede con su alma!! Así que renuncio a la cena salada y le doy un baño rápido, le preparo un bibe-tanque de leche con cereales que siempre es bienvenido por el Gnomito....pero nada. El peque, que se ve ya en pijama y en brazos, dice "esta es la mía, por fin a dormir!!" y no quiere otra cosa que chupete y acurrucamientos. Ni gota de bibe.

El final de la historia es un Gnomito durmiendo como un cesto antes de las 20.30 y sin cenar absolutamente nada.

Y yo, como buena madre histérica que soy, agobiada porque mi hijo se va a desnutrir, le dejo el bibe que le había preparado en su mesilla por si en algún momento de la noche se despierta y se lo puedo endiñar. Pero no, no se despierta en toda la noche! Sí que estaba agotado pobrecito mío.

Esta mañana ha amanecido ya a una hora normal, las 7.15....y ha sido abrir el ojo y ver el bibe en su mesilla y ha empezado a señalarlo con ansia....y se lo ha metido enterito, y frío de estar toda la noche ahí. Debía tener un hambre...

Así que en esas estamos. Acostumbrándose poco a poco. Esta tarde tenemos piscina, veremos si aguanta, porque es a las 19.15 y ayer a esas horas solo pensaba en irse a dormir. A ver si hoy aguanta un poco más.

Qué tal os sienta a vosotros el cambio de hora? Y a vuestros peques?

2 comentarios:

  1. Es verdad que les cuesta varios dias más que a nosotros adaptarse y al final te tienes que adaptar tú también para ayudarles a volver a centrarse. Creo que este cambio es más difícil que el de primavera pero en general, siendo peke de guarde que tiene que madrugar, las tardes de invierno te pueden resultar hasta claustrofóbicas cuando te das cuenta que a las 7.30 se te acaba el día. Mucho ánimo!!!

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  2. El cambio de hora lo inventaron unos que no tenían hijos, seguro. Nunca he entendido por qué se hace, y antes no entendía por qué la gente se quejaba tanto. Ahora lo entiendo porque nos ha pasado más o menos lo mismo que a vosotros. Con la salvedad de que D ha ido adaptándose él solo a la hora solar y desde hace un mes estábamos cambiando nuestros horarios, lo que sumado a un resfriado gordo que nos ha tenido cuatro días sin salir de casa, ha convertido todo en un guirigay. Eso sí, la culpa no ha sido dwl cambio de hora.

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