lunes, 18 de noviembre de 2013

El Gnomito se comunica

Es asombroso ir viendo día a día, cómo aumenta la capacidad de comunicación que tienen los niños, cómo poco a poco van entendiendo lo que les dices y cómo también, empiezan a hacerse entender.

De unas semanas a esta parte, el Gnomito ha dado pasos de gigante en este sentido. Nosotros siempre le hablamos mucho al pequeñín, aunque hasta hace poco tiempo no teníamos constancia de que nos

entendiera, pero aún así, siempre le hablábamos. Él,  poco a poco está empezando a decir algunas palabras. Su primera palabra fue "pan" (páááá...), y a esa han seguido papá, mamá, y recientemente "dang" (así se refiere a los relojes, es la onomatopeya del reloj de péndulo de casa de los abuelos, que da campanadas y suena "dang"). Aunque son pocas palabras, el Gnomito se hace entender bastante bien sin necesitad de hablar.

Por ejemplo. Su abuelo paterno desde bien pequeño empezó a hacerle una broma. El abuelo soplaba a las lámparas mientras a escondidas activaba o desactivaba el interruptor. Lo que el Gnomito veía es que soplando se encienden o se apagan las luces (angelito...). Así que ahora, cuando quiere encender o apagar una luz (incluyendo las farolas de la calle), les sopla. Además ha aprendido a señalar con el dedo a la vez que dice "ah, ah". Eso significa que quiere coger aquello que está señalando. Esto nos funciona muy bien excepto cuando señala una mesa llena de cosas y empiezas a ofrecérselas una por una, a ver si atinas con la que él quiere. Y ahí viene el siguiente avance. Ha aprendido a negar con la cabeza. Cuando NO quiere algo niega con la cabeza.

Y cuando por fin atinas con lo que quiere, entonces no niega, pero tampoco asiente, solo echa una sonrisa de satisfacción como diciendo "por fiiiin, coñe, si te lo estoy diciendo!". En los últimos días parece que acompaña las negaciones con la cabeza, con algo parecido a un "no", aunque suena más a "ne".


Parece mentira cómo con estas cosas tan sencillas, conseguimos entender muchísimo más las necesidades de nuestro peque.

Además, cada día nos entiende más y mejor, y eso lo sabemos por cómo reacciona ante las cosas que le decimos, y cómo va relacionando las cosas. Por ejemplo, el primer día que pusimos la calefacción en casa, se quemó con el radiador. Nada importante, pero lloró, y le dijimos que no tocara eso, que hacía pupa. Bien, los abuelos tienen chimenea en casa, y han empezado a encenderla. Antes de que siquiera se acercara le dijimos que ahí no se tocaba porque hacía pupa. No sé si relacionó la palabra "pupa", o el "no se toca". El caso es que no se acerca, es más, si pasa por delante de la chimenea la señala y niega con la cabeza. Como diciendo "ahí no se toca, a que no?".

Reacciona también ante frases como "ven a ponerte el abrigo que nos vamos" (en este caso es salir corriendo para que le persigas abrigo en mano), o "llévale esto a papá/mamá/la abuela/etc", y lo lleva. ¡Le encanta hacer recados! Ha empezado a tirar su pañal a la basura cuando se lo pides (aunque a veces aprovecha para hurgar en el cubo), a recoger sus juguetes (meter cosas en una caja). En fin, son órdenes muy sencillas y gracias a ver cómo reacciona, nos damos cuenta de que nos está entendiendo.

Así que ahí seguimos, hablándole mucho, y poco a poco incluyendo más elementos a las frases sencillas que le decimos, en vez de decir "mira, un coche", decimos "mira, un coche rojo". O "mira, la luna", por "mira, la luna está en el cielo".

Aún así nos queda un largo camino para comprendernos bien, aún tenemos berrinches frustrados porque quiere algo y no somos capaces de saber qué. O noches toledanas en las que se despierta desconsolado mil veces sin saber qué le pasa, hasta que por fin, a las 4 de la mañana, hace una caca gigantesca con cambio de body, pijama y casi necesidad de baño, y nos hace entender que le dolía la barriguita. (Caso real de una noche reciente).

Y vuestros peques, ¿ya se van haciendo entender?

2 comentarios:

  1. Lo que me he reído imaginándomelo hurgando en el cubo de la basura y diciendo que no ante la chimenea. ¡Lo de las luces es buenísimo! Si es que los niños dan pura felicidad.
    D dice te-ta (así chillando), a veces para pedir teta, otras para llamarme a mí y otras porque le apetece. Así que no sé si contarlo como su primera palabra. Hace poco le dimos jamón, y le gustó tanto que pedía más dando un golpe sonoro en la mesa. Ahora lo hace siempre que quiere más. Aparte de un ne-ne-ne-ne que le vale para todo y alguna que otra sílaba extraña, poco más puedo decir, pero sé que pronto vamos a ver grandes avances.

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  2. me encanta leer los progresos del gnomito. tengo pendiente revisar algún dia los videos que les hice a las pequeñas porque ya no me acuerdo de estas primeras comunicaciones. es estupendo que las tengas para la posteridad.

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