Hoy estoy de subidón, empiezo las vacaciones de Navidad!!! Y este año casi casi como en los coles, desde hoy hasta el 2 de enero!! Y lo mejor...Papi también!!! Aprovecharemos para pasar estos días los 3 juntitos, aunque el Gnomito tiene guarde durante las fiestas (excepto los festivos claro), no le vamos a llevar, nada más que a la visita de Papá Noel que tienen el lunes 23, y la fiesta de Nochevieja del día 30 (alucino...su primera fiesta de Nochevieja con 1 año!! La mía fue a los 16 y aún me parece que me dejaron ir demasiado joven). Tendré que ponerle pajarita y gomina cuanto menos! Jejeje. Nos han dicho que cantarán, bailarán y comerán 12 gusanitos (se me enamora el alma...).
Bueno, ¿y qué tal esos adornos navideños?? En mi casa es tradición poner el árbol de Navidad en el puente de la Constitución. Este año llegó el puente y me daban temblores solo de pensarlo. El Gnomito está en fase "Destroyer", es decir, todo lo coge, lo tira, lo investiga, lo abre, lo cierra, lo desmonta...y cuando digo todo, es TODO: Carrito de las verduras, llaves, escobilla del vater, móviles, mandos a distancia, ropa, botes varios, maquinilla de afeitar eléctrica....
Solo de pensar en estar barriendo briznas verdes y purpurina todas las navidades, empezaba a hiperventilar. Así que empecé a pensar alternativas para decorar un poco la casa, evitando el desastre.
Y este ha sido el resultado!!
El árbol lo compramos en Carrefour por 3 euros. En teoría es para ponerlo de pie, pero nosotros lo hemos pegado a la pared con cinta de doble cara. En los chinos compramos esos círculos y corazones de goma eva, que son de pegatina, y los estuvimos pegando con el Gnomito, y las luces claro! que no falten! Además el peque ha aprendido a encender y apagar interruptores y estamos todo el día que ni los flashes esos de las discotecas.
No es el árbol más bonito del mundo, pero al Gnomito le encanta!! Ya habrá tiempo de poner árboles más elegantes el año que viene....o el siguiente....o quién sabe cuando....
Muy chulo. Yo iba a hacer uno de cartulina para pegarlo a la pared pero al final lo fui dejando. Tenemos uno normal que mi hijo mira con mezcla de curiosidad, miedo, sorpresa... el año que viene será mejor, seguro.
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