El Gnomito ya come solo!

Como sabéis el Gnomito come purés. Estamos empezando con los sólidos, pero su alimentación básica siguen siendo los purés, que le encantan y come con mucho gusto.

Hace unas semanas (no más de 3), estaba yo dándole la cena, como siempre, cuchara va, cuchara viene. El Gnomito estaba inquieto. Quería cogerme la cuchara. Y yo, en mi afán de terminar rápido para irnos a bañar, le decía "venga, Gnomito, deja de jugar y termina de cenar". Y venga a insistir en darle yo la cena. Y el Gnomito erre que erre, que quería la cuchara. Hasta tal punto insistía que terminó por cerrar la boca, en un afán de decirme "hasta que no me dejes la cuchara no como".  Y cedí. Le dí la cuchara.

Más o menos esta es la cara que se me quedó...

...cuando vi a mi hijo meter la cuchara en el plato y llevársela a la boca. Una vez, y otra, y otra....

No pude evitar sacar el movil y grabarle en video, e inmediatamente mandárselo a Papi que estaba haciendo deporte.

Es cierto que no cogía apenas puré, y que lo poco que cogía se le caía antes de llegar a la boca. Pero el solo hecho de hacer el gesto de comer solito, me dejó asombrada.

En estos momentos es en los que me doy cuenta de la importancia de hacer las cosas cotidianas en presencia de los niños, como por ejemplo sentarnos juntos a la mesa. Los niños aprenden por imitación. Hace unos meses que empezamos a cenar a las 20h para sentarnos los 3 juntos a la mesa. Además, el Gnomito come en la guarde con un montón de niños más, muchos de ellos más mayores que él, por lo que ya comen solos. Y tras días y días de observación, ese día se lanzó a hacerlo solo.

Ese día nos armamos con babis plastificados con manga larga. Creedme. ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO.

A partir de ese día todo ha sido mejorar. Estuvimos unos días con el sistema de la doble-cuchara. Es decir, el Gnomito con la suya y nosotros con la otra tratando de pescar lo que se iba cayendo.

Durante esos días estuvimos limpiando puré en los lugares más insospechados, obviando la mesa, trona y suelo, pasando por babi, pelo (del Gnomito y nuestro), orejas (idem)...

A día de hoy, casi no tenemos que intervenir. Si acaso cuando ya queda poca comida en el plato, le rebañamos con la cuchara, pero dejamos la cuchara en el plato para que sea él el que se la lleva a la boca.

Mi experiencia es muy positiva, ya que hemos notado que el momento de ir a cenar se ha convertido en un juego. Es decir "Gnomito venga, vamos a cenar", y se pone de pie y rápidamente corre a la cocina para que le subas a la trona. Aún cuando ya ha terminado el puré, él sigue haciendo el gesto de comer con la cuchara, incluso cuando se la lleva a la boca y se come el puré, hace "mmm....".

Y como esto es un aprendizaje, no solo para el Gnomito sino también para Papi y para mi, hemos aprendido 2 cosas:

1. Hacer los purés más espesos. Así le es más fácil al niño "pescar" comida con la cuchara, y sobre todo, chorrea menos y por tanto mancha menos.
2. Llenar más el plato: al final el niño come la misma cantidad que antes, solo que parte del puré acaba fuera del plato.

El resultado es guarro guarrísimo. No hay por dónde coger al Gnomito cuando termina de comer. No se puede pisar alrededor de su trona y la mesa acaba asquerosa. Pero es una etapa que hay que pasar, mi opinión es que si quieres que aprenda, tienes que dejarle hacer. Y aprende viéndonos a nosotros, a nosotros o a otras personas que estén con él en las comidas. Por eso creo que es muy importante sentarse a comer/cenar con el niño. Y creo también que hay que aguantar estoicamente cuando ves que la cucharada que tiene en camino está a punto de caerse encima de su ropa. Que se caiga! Ya se limpiará después.

Y esta es una pequeña muestra de cómo queda la mesa y la trona después...lástima que no se aprecia el suelo, que también es digno de ver!