lunes, 20 de enero de 2014

Puntos oscuros: Cuerpo escombro

Hoy no voy a hablar de cómo se te queda el cuerpo después de gestar, parir (parto/cesárea), y amamantar a un bebé, eso todas lo sabemos, kilos de más, carnes fofas, pechos caídos, estrías, y, en mi caso, una cicatriz cercana a los bajos fondos. Es un hecho que tengo asumido y al que no le guste que no mire.

Hoy vengo a quejarme del cuerpo escombro que tengo, por cargar de mala manera un lechón de 11 kilos. A estas alturas ni porteo ni ná. El Gnomito tiene 16 meses y es un andarín de cuidado. Cuando salimos por ahí ya no quiere ir en la mochila, y en el carro...casi nunca. Quiere ir andando. Pero andando a su bola. Si tú quieres ir para un lado, él quiere ir en dirección contraria. Si quieres entrar a una tienda...él quiere pasar de largo. Si tú quieres pasar de largo, él quiere entrar. Y si por el camino encontramos cochecitos de esos de echar un euro, a los que yo llamo inventos del demonio...ya despídete! O le montas y le dejas sus 5 o 10 minutos o tenemos rabieta asegurada.

Si voy sin prisa le dejo que se explaye a dar volantazos y hacer que toca la bocina, o subirse los escalones de todos los portales del pueblo, entrar y salir de las tiendas... Pero si voy con prisa y le llevo la contraria....Horror!! Rabieta. Si le cojo en brazos se pone tieso como un palo chillándome en el oído y retorciéndose que ni la niña del exorcista...y si le dejo en el suelo se me sienta en plena calle a llorar desconsolado....con lo que acabo cogiéndole en brazos y volvemos al momento "niño tieso".

Otro momento típico en "casa Gnomito" es cuando acabamos de bañar al susodicho y ya está que se cae de sueño, dispuesto a tomarse su bibe de leche calentita antes de dormir. Como ya está muy cansado no quiere que le dejes en el suelo. La trona está impracticable después de haber cenado y guarreado a su antojo, y si no tenemos a Papi en casa....toca preparar el biberón con una mano mientras saco cadera, acoplo al niño y sujeto sus 11 kilos con el otro brazo.

Estas situaciones son de todo menos "ergonómicas". Posturas imposibles tanto del niño como mías, hacen que esté forzando músculos que ni sabía que tenía. Esto no sería un problema si fuera 3 días en semana a Pilates donde fortalezco y estiro mi maltrecho cuerpo, JA! El último estiramiento me lo hizo un fisioterapeuta cuando acudí porque ya no podía ni cambiar de marcha en el coche. Primero fue el brazo derecho, aguanté meses pensando que cualquier mañana después de un sueño reparador, el dolor habría desaparecido. Cuando por fin me decidí y fui al fisio resultó que tenía contracturado medio cuerpo. 5 palizas después estaba mucho mejor.

A las pocas semanas los dolores empezaron en el brazo izquierdo, y como ya me sé de qué va esto a veces me masajeo yo misma, simplemente apretándome con los nudillos donde veo que más me duele. Pero no consigo mucho, la verdad. Y, como la vez anterior, aún no he ido a que me miren...por si por un milagro divino amanezco perfectamente una mañana de estas.

Lo malo es que hace días me aquejo de un dolor nuevo, en la cadera pero por detrás, como si fuera ciática pero no, sé que es muscular, porque me toco y noto dónde tengo hecho el nudo.

Así que he decidido esperar un poco más y que me aparezcan algunos dolores más, para que el fisio me haga el completo. Que como tenga que ir cada vez que me duele algo no gano para pagarme tanta paliza!!


1 comentario:

  1. Me encanta la frescura con la que cuentas todo. Está claro que las mamis tenemos un gen "nomepuedoponermala" que nos hace resistentes hasta que no aguantamos más así que no te dejes ese dolorcillo y cuidate!!

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