Esta semana estoy un poco espesa y falta de inspiración para escribir. Se me está haciendo largo este mes, ya queda poco para las vacaciones pero parece que no llegan nunca! Se me está haciendo muy cuesta arriba.
Así que esta entrada es muy ligerita, para contaros la tarde tan buena que pasamos ayer, y además una anécdota graciosa que no quiero que se me olvide.
Ayer fuimos a visitar a unos amigos, que se han mudado durante los meses de verano a casa de otros amigos suyos, que tienen 5 hijos y viven en un chalet individual. Total, que fuimos a dicho chalet a pasar la tarde. Cuando llegamos...ohhhhhhhh!!! el paraíso de los niños!! Imaginaos un chalet individual donde viven 5 niños pequeños. Piscina con todo tipo de objetos flotantes (tablas, churros, flotadores...), piscina hinchable para los más peques, arenero, cama elástica (wow!!), todo tipo de motos, patinetes, coches, correpasillos, columpio, balancín, casita de jardín....Sueño con tener una casa así!! Yo, que vivo en un piso sin terraza, sin jardines, ni piscina, ni zona infantil, ni ná. Sueño con vivir en una casita con algo de jardín, con tener columpios y piscina hinchable, con tener un huertecillo (en esta casa lo había), una barbacoa...Ainsss...mi sueño dorado.
Fue mejor que pasar la tarde en un parque temático. Teníamos al Gnomito estresao. Ahora a la piscina, ahora a la moto, ahora a la cama elástica, ahora monta en este coche, ahora gatea libremente por el patio donde había un total de 8 niños, prueba unos "fritos barbacoa", más moto, pelota, métete en la casita....Estaba en su salsa y encantado de la vida.
Menos mal que nos llevamos el pijama y el bibe de cena...porque a la vuelta en el coche cayó frito como un angelito. La verdad es que disfrutamos todos mucho, los niños, y los mayores por pasar un rato de charla entre amigos viendo cómo nuestros hijos se lo pasan en grande.
Y ya de vuelta a casa, sacamos al Gnomito del coche y le echamos en su cuna y el pobrecito ni se inmutó. Pero al rato, le oí llorar y fui a su cuarto, le quité el chupete, lo dejé sobre la cama, y le di agua. Mientras bebía como si no hubiera un mañana, me senté en la cama. Cuando terminó, fui a ponerle el chupete y no lo encontraba. Miré sobre la cama. Nada. Por el suelo. No. Busqué otro chupete para el Gnomito y le acosté, pero yo seguí buscando el dichoso chupete. Debajo de la cuna. Nada. Empecé a palpar toda la cama con las manos por si estaba ahí y por una trampa de mis ojos yo no lo veía. Nada. Ya medio loca me dí por vencida, salí del cuarto y me encuentro con Papi. Jolín, he perdido un chupete, no lo encuentro por ningún lado, bueno, ya aparecerá. Y me giro para irme a la cocina. Entonces me dice Papi: Ya lo he encontrado. Sí? Donde?!!
LO LLEVABA YO PEGADO EN EL CULO!!
Menuda risa nos pegamos, madre mía. Enseguida pensé en escribirlo en el blog, me reí tanto que no quiero olvidarlo!!
Madre mia! cómo están las cabezas eh? Qué bien que pasarais tan buena tarde.
ResponderEliminar¡Muy buena historia! Se ve que tú también estabas estresada, jajaja.
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