Hace unos días os hablé de mi yo-adolescente. Pero tengo varios yos. Y aunque mi yo-madre como ya he dicho en otras ocasiones, me ha llenado la vida por completo y me hace inmensamente feliz, me gusta (de vez en cuando) cultivar mis otros yos. Papi y yo formamos un tándem que funciona muy bien, somos un equipazo que nos permite disfrutar de ser familia, pero dándonos un poco de espacio a cada uno para respirar y para ser uno mismo.
Hablo de planes chulos como irme al concierto de Bon Jovi que ya os conté, o a un curso de muffins (que no os he contado pero lo haré), yéndome totalmente tranquila sabiendo que el Gnomito está con Papi. Papi también ha podido salir este fin de semana con los amigotes por la noche, y creo que también se fue tranquilo sabiendo que el peque estaba conmigo en casa. Hablo también de detalles más pequeños, como que Papi bañe y dé la cena al niño, mientras yo navego por internet, o me pinto las uñas, o hablo por teléfono con una amiga, o veo una serie que me gusta, o.....lo que se me ocurra. Igual que otros días lo hago yo, mientras Papi se ve todas las noticias que encuentre por internet sobre la fórmula uno, o navega por internet, o hace deporte, etc. A lo que voy es que estos pequeños detalles te dan un respiro y no cuesta tanto conseguirlos.
Tan importante es buscar y reencontrarnos con nuestro yo-mujer (u hombre), como con nuestro yo-pareja. Estamos todo el día juntos, pero como padres. Siempre pendientes del Gnomito. Siempre haciendo o bien recados del día a día, o bien planes para el Gnomito (piscina, parque, visitar abuelos...). Las conversaciones suelen ser de temas del Gnomito, o como mucho del trabajo. Cuando por fin se acuesta el bebé, venga, a hacer la cena, recoger la casa, preparar cosas para el día siguiente, tender una lavadora, planchar....Una vorágine que como no te des cuenta de atrapa, y te has convertido en un equipo que funciona a la perfección, pero se te olvida que antes de todo esto éramos dos, éramos pareja. Y creo que, de vez en cuando, hay que buscar ese yo-pareja.
Nosotros tenemos la inmensa suerte de tener 4 abuelos con los brazos siempre abiertos y dispuestos a cuidar del Gnomito, y además tenerles bien cerquita. La inmensa gratitud que siento hacia los 4 abuelos de mi Gnomito son merecedores de un post aparte. Gracias a ellos hemos podido disfrutar de nuestro yo-pareja en algunas ocasiones. Han sido pocas, pero no por ellos, sino porque parece que estamos forrados de velcro y nos cuesta mucho separarnos del Gnomito.
La primera vez que salimos solos el Gnomito tenía 7 meses y pico. Le dejamos unas 3 horitas para ir al cine. La idea era cenar por ahí después de la peli...pero nos pudo la morriña y acabamos en el Mc-Auto cogiendo unas hamburguesas para tomar en casa bien pegaditos al intercomunicador para "oir" a nuestro peque dormir.
La segunda fue en nuestro aniversario de boda. Salimos a cenar a un japonés...la idea era tomar una copa o dar un paseo después de cenar pero....con la excusa de que hacía mucho frío...a casa corriendo a poner la oreja en el intercomunicador. De momento en estas ocasiones los abuelos nos hacen el servicio de canguro, es decir, vienen a casa, dan de cenar al Gnomito, le acuestan y ellos cenan una pizza y ven una peli hasta que llegamos. Aún no nos hemos "atrevido" a dejarle a dormir. Y es que pensar en irme a dormir y ver su cuna vacía....se me hace un nudo.
En fin, la tercera y última vez, ha sido este fin de semana. Y es que Papi participó en un sorteo y le tocó una SmartBox (esas cajas con varios planes para elegir) para comer en un restaurante con estrella michelín. Esta vez elegimos la hora de comer. El Gnomito se quedaría con los abuelos a comer y echar la siesta, y como mucho merendar. Adelanto que Papi y yo somos carne de comida baratilla, servilletas de papel, comer la pizza con la mano, pedir agua del grifo...en fin, que no estamos habituados a sitios de postín. Y llegamos al restaurante con nuestra SmartBox y nos reciben con una sonrisa, nos sientan y sin darnos carta ni nada, solo nos preguntan si somos alérgicos a algo. No lo somos. Vale, sin problema. Nos ponen sendas copas de vino y a esperar...no sabemos a qué. Ni qué vamos a comer, ni cuántos platos hay. Solo vemos unos mini-cubiertos que no sabemos si son de adorno o son para usar. Al más puro estilo Pretty Woman con el utensilio para los caracoles (los super fans de esta peli como yo seguro que visualizáis la escena). Al final estos cubiertos eran para usar.
Durante la siguiente hora aquello es un desfilar de platos, a cual más rico, y a cual más bonito. Menos mal que cuando nos ponían el plato nos decían lo que era...porque a veces era imposible de descifrar, y más con los nombres de pitiminí que les ponen a los platos. Hasta algunos platos venían con la tapadera esférica metálica esa que sale en los banquetes. Como he dicho Papi y yo no estamos muy habituados a estas cosas...así que yo le hacía fotos a los platos. Como me daba vergüenza...aprovechábamos que el camarero se daba la vuelta y zas! foto. Papi hacía lo propio mojando pan. Que también nos daba corte. Seguro que la gente fina no moja pan en la salsa. Lo que se pierden!!
Después de un total de 6 platos, un postre, un café y unas tejas...salimos con la panza llena y qué mejor plan para una pareja de padres para después de comer?? Algo que normalmente no pueden hacer por tener un bebé hiperactivo en casa?? Porque entre semana trabajan?? Pues sí señores....IRNOS A DORMIR LA SIESTA!! Ohhhh Dios, qué placer, una siesta de hora y pico con al aire acondicionado y una peli mala de fondo. Eso sí, en cuanto abrimos el ojo....corre! vamos a por el Gnomito!! Y en 0,2 segundos volvimos a ser padres adictos a nuestro bebé, pero con energías renovadas para enfrentarnos a una tarde de piscina, salpicones, pañales, gateos peligrosos, recoger juguetes del suelo.....pero también de besos, risas, achuchones...
¡¡¡ Me ha encantado!!! todo, el post, la foto, la historia del restaurante!!
ResponderEliminarMe ha encantado el post de hoy !! Tienes más razón que un santo !!! Y muy divertido lo del restaurante jajajajajajaja a nosotros tb nos habría pasado lo mismo.
ResponderEliminarQué razón tienes! Creo que es muy importante cultivar la pareja, complementarse y respetar el espacio del otro.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bonito, y qué suerte tienes!! Nosotros no contamos con nadie, y nunca hacemos nada... Bien, el papi sí, va al gimnasio cada día... pero yo ni eso puedo hacer!!! Valora que tengas esos 4 abuelos con los brazos abiertos.... es un tesoro!! Nosotros cuando hemos querido salir hemos pagado canguro... Y no es lo mismo... Así que en los 10 meses de Arlet, hemos salido una sola noche a cena fuera, con los papis de la guarde de mi hijo mayor.. Ya ves, nisiquiera era una cena de pareja!!! Jeje
ResponderEliminarLa verdad es que a veces se nos olvida la suerte que tenemos de tener a los abuelos cerca... nosotros también los tenemos y también hemos podido disfrutar de alguna salidita en pareja o con amigos en estos meses (poquitas... pero por la misma razón. El velcro! :) ). Se hace complicado a veces el nosotros-pareja porque el nosotros-padres lo ocupa casi todo casi siempre... pero es cierto que hay que tratar de buscar el hueco porque es lo que al final complementa todo y hace que seamos felices.
ResponderEliminarNosotros aún estamos en modo velcro con el bebé y no hacemos planes sin él. De hecho, si se lo dejamos un rato a los abuelos es por ello, no por nosotros. A mí me cuesta muchísimo dejarle al cuidado de otros, salvo a su padre. Y los cuidados los compartimos los dos.
ResponderEliminarlo importante es que cada pareja encuentre cómo arreglárselas para ser padres, pareja y persona, sin descuidar una cosa u otra. Me alegra que lo hayáis conseguido.
Tienes toda la razón del mundo... Creo que es súper importante buscar espacios para reencontrarnos con nuestro yo mujer y nuestro "nosotros"- pareja...
ResponderEliminarYo lo tengo muuuucho más complicado que tú, porque no es igual encontrar quien cuide de un gnomito, que de tres... No es nada fácil. Pero a veces con quedarnos sólo 3 en casa, mi marido y yo nos reencontramos. Es curioso. Diferente.
Me gusta mucho que vosotros hayáis conseguido encontrar ese equilibrio tan necesario
Un abrazo