Como estamos en época de vacaciones, hoy quiero hablaros de las cosas que a nosotros nos funcionan cuando salimos de viaje, por si os sirven como consejo si estáis planificando salir con los peques.
A la hora de buscar alojamiento, intentamos coger casa rural o apartamento. El objetivo es que tenga un dormitorio separado del salón, ya que el niño se duerme muy pronto y si estuviéramos en un hotel tendríamos que acostarnos todos a las 21h. En un apartamento puedes acostar al niño tranquilo y los mayores podemos estar en el salón cenando (porque los apartamentos tienen cocina) sin molestar al bebé. En una ocasión, teníamos una comida familiar fuera de Madrid y tuvimos que alojarnos en un hotel. Nos llevamos los intercomunicadores pensando que podríamos acostar al Gnomito y bajarnos a la cafetería del hotel a cenar algo. Todo iba bien, el Gnomito se quedó dormidito y en cuanto cerramos la puerta de la habitación...el intercomunicador pierde la señal. Abrimos. Hay señal. Cerramos. No hay señal. Mecagüentó. Abrimos. Señal. Cerramos. Sin señal. Luego supimos que en algunos hoteles las puertas son anti-incendios y por eso el cacharrito perdía señal. Total, que tuvimos que hacer turnos para bajar a cenar. Primero bajó Papi (a cenar solo), y yo me quedé en la habitación con el Gnomito. En silencio y a oscuras. Se me hacían los minutos eternos. Me entraba sueño, pero estaba vestida y sin cenar. Al final mientras procuraba no despertar al niño, conseguí poner la tele sin sonido...y así hasta que subió Papi y me tocó a mi bajar a cenar. Sola también. Un cuadro. Es por esto que en la batalla hotel vs apartamento...gana el apartamento.
Muy ligado al tema del alojamiento está el tema cuna. Para los que no practicáis colecho (nosotros mismos), recomiendo pedir en el alojamiento que reservéis, la posibilidad de que os pongan una cuna. Si podemos ahorrarnos llevar la cuna de viaje mejor que mejor. En casi todos los sitios te la ponen, con sábanas y todo.
Momento baño: Para evitar tener que llevar bañeras hinchables y artilujios similares, si hay bañera...nos metemos en ella con el Gnomito. Me encantan esos baños que nos hemos dado con él, jugando y chapoteando juntos. A día de hoy ya se aguanta sentado perfectamente él solito, ya no haría falta bañarnos con él, pero si pillamos bañera grande...lo seguiremos haciendo por el simple hecho de que nos gusta! En el último sitio que hemos estado no había bañera sino ducha. Pues ala, niño sentadito en la ducha y a ducharse.
Momento comida: los primeros viajes con el Gnomito fueron de lo más sencillo en este aspecto. Y es que llevaba la comida incorporada, calentita y a punto en cualquier momento. No necesitamos recipientes, ni microondas, termos, dosificadores....nada de nada. Cuando había señales de hambre, con una silla donde sentarme a darle teta, solucionado. Ahora la cosa se complica un poco. Mi Gnomito no quiere los potitos industriales. Cierto es que solo los ha probado una vez, pero le dio tanto asco que no consiguió tragar ni una cucharada. Ese día no comió. Desde entonces no los ha vuelto a probar, y en casa siempre tenemos un arsenal de potitos congelados, hechos por mi en casa. Hasta ahora los viajes han sido cortos y simplemente descongelaba 2-3-4 potitos y con eso tirábamos. El problema viene ahora, en verano, que nos vamos a ir de vacaciones muchos días y los potitos descongelados no aguantan tantos días. Aún estamos dándole vueltas a cómo hacerlo. Me veo llevándome la batidora de vacaciones. ¿Ideas?
Lo que sí llevamos en nuestra maleta es una trona portátil, que aparentemente es como un bolso pero lo abres y se hace trona, que se acopla en cualquier silla normal, arrimas al niño a la mesa y a comer tan ricamente.
Un cachivache que nos es de mucha utilidad cuando pasamos el día fuera, es un termo para sólidos. Nos gusta salir de excursión y comer allá donde nos pille, y no siempre tenemos un bar a mano donde nos calienten el potito. Así que lo calentamos en casa y lo metemos en un termo. Así, cuando el peque tiene que comer, esté donde esté, tiene su comida calentita. Igualmente tenemos un termo para líquidos, donde llevamos agua calentita por si hay que darle el biberón de cena en cualquier sitio.
Hasta ahora siempre hemos viajado en coche, y una vez en AVE (bendito AVE, fuimos genial). Para nosotros el momento "viajar en coche" se asemeja mucho al momento "paseo en carrito" que ya os conté en una entrada anterior. Es como llevar al muñeco diabólico. El paseo en carro pudimos solucionarlo con el porteo, pero los viajes en coche....ya me dirás tú. No puedes sacar al niño de la silla, por seguridad. Pero mi niño es tan inquieto que no aguanta ahí aprisionado más de media hora. Cuando sea más mayor probaremos con un DVD, pero a día de hoy no le llama la atención la tele, ni los dibujos, ni los Cantajuegos, Pocoyó, Dora y demás ídolos infantiles. Así que solo nos queda un recurso. Aprovechar las siestas o las horas de sueño. Cuando nos es posible tratamos de salir cuando al niño le toca dormir, por ejemplo, comemos a las 13 h, a la misma hora que él...y al coche. Eso nos garantiza 1,5 o incluso 2h de avanzar del tirón (aquí ni Dios se baja a hacer pis ni echar gasolina ni nada de nada....hay que aprovechar para hacer kilómetros). Luego ya toca hacer paradas, volver al coche (niño ya hasta los huevillos), cantar todo mi repertorio infantil de ayer y hoy (desde "el tallarín" hasta "Dartacán y los Mosqueperros", pasando por la Chata Merengüela o el Señor Don Gato"). Parada de nuevo. Rato de llanto. Parada. Nótese que suelo ser yo la que va atrás con él, y yo me mareo en el coche si no voy conduciendo. 10 minutos tranquilo con un juguete. Llanto. Llegamos, por fin!!!
Para las próximas vacaciones de verano vamos a hacer un viaje en coche bastante largo, el más largo que hemos hecho hasta ahora con el Gnomito y ya estoy temblando. Así que hemos tomado una decisión. Viajar de noche. Nuestra idea es salir de viaje a las 3 de la mañana, y que el pequeño duerma hasta las 8 al menos, cuando ya solo quede una hora o algo más, para llegar. Veremos qué tal sale. Me preocupa Papi, que no haya descansado lo suficiente para conducir 6 horas en plena noche.
¿También tenéis experiencias de terror con los niños en el coche?
Me ha encantado todo lo que has escrito. Genial lo de la ducha y totalmente de acuerdo en la batalla ganada con el apartamento. Sobre las comidas una vez oí a una "super mami" que se llevaba tooodas las raciones de los potitos para una semana dosificados al vacio (afortunadamente nunca lo tuve que hacer y me parece un sobre esfuerzo). Hay formas artesanas de hacerlo pero creo que son muy practicos los envasadores al vacio que ahora venden hasta en el lidl. Los viajes definitivamente por la noche. Nosotros siempre que podemos salimos después de cenar porque nos cuesta menos que madrugar. O salimos a las 7... un par de horas y paradita para cenar y a continuación se duermen... nadie mejor que un padre conoce mejor los habitos de sueño de su peque y vosotros os estais adaptando fenomenal para llevar una buena vida familiar y no atada a los horarios.. enhorabuena!
ResponderEliminarMe encanta este post! Nosotros somos de viajar también mucho, aunque desde que nació Amebilla hemos estado bastante más parados que vosotros. Me ha gustado lo del baño compartido en la bañera.. aún no lo he probado (sólo tenemos duchas en casa) pero pienso aprovechar el próximo viaje para probarlo.
ResponderEliminarLo del termo de solidos lo tengo en mente desde hace tiempo (desde que salí de excursión con la nena y la pobre se tuvo que zampar un potito casero practicamente congelado porque no habíamos previsto que no tendríamos donde calentarlo)... ¿me recomiendas alguno en especial?