Los días de lluvia molan

Febrero 2016. A mis hijos les encanta salir a la calle, no sé qué fue primero si el huevo o la gallina. Es decir, no sé si mis hijos son callejeros porque nosotros también lo somos, o lo son ellos por sí mismos. El caso es que todos en la familia necesitamos salir todos los días.

Una vez leí una frase que se me quedó grabada: NO HAY MAL TIEMPO SINO ROPA INADECUADA.

Así que este invierno nos hicimos con unos pantalones de lluvia y unas botas de agua. Un abrigo impermeable, y a disfrutar!! Disfrutan muchísimo saltando en los charcos, pasar corriendo por encima de uno y salpicarse, sus risas y grititos valen como el oro.

Yo como madre me llevo alguna mirada de abuelas espantadas que piensan que van a coger una pulmonía, o madres que agarran a sus hijos diciendo "tú no Manolito que no llevas botas"....algunos transeúntes les miran con ternura y añaden un "cómo disfrutan", o "qué bien se lo pasan". El caso es que nadie queda indiferente al ver a unos niños disfrutar bajo la lluvia, nunca pasamos desapercibidos!