lunes, 27 de mayo de 2013

El embarazo del Gnomito. Primer trimestre

El primer trimestre se me hizo eterno. Por suerte mi gine, con mis antecedentes de infertilidad y con un aborto previo, le puso interés al tema y me hacía ecos cada semana o cada 2 semanas. Está genial! Pero a mi se me hacía como un año entre eco y eco. La verdad es que en esta ocasión, el tamaño del embrión iba clavao, correspondía perfectamente a las semanas de las que estaba. Aún así yo iba al baño 200 veces al día a restregarme bien el papel higiénico buscando algún indicio rosado o marroncillo, alguna señal de que la cosa se torcía, pero no! No se torcía. El papel salía blanco nuclear siempre.

Poco a poco nos fuimos animando a decírselo a algunos amigos. Sobre todo a los que sabían todo nuestro pasado. Qué momentazos la verdad. Yo creo que nadie se esperaba que nos quedáramos otra vez tan pronto.
Por un lado estábamos de lo más prudentes con este embarazo, aunque por otro, yo estaba deseando sentirme embarazada. No tenía ningún síntoma excepto la falta de regla. Los dolores de tripa duraron unos días pero se pasaron. Estaba embarazada, pero no sentía nada especial, vaya rollo.

Así que ni corta ni perezosa, así, porqueyolovalgo, a las 8 semanas estrené mis primeros vaqueros premamá. Con la súper goma esa que te llega hasta el sobaco, completamente vacía. Pero yo, tan contenta. Ahora sí que me sentía embarazada con mis pantalones con goma. Es verdad que me sentía más cómoda, y sobre todo más tranquila porque el estar 8 horas sentada en una oficina clavándome el botón del pantalón justo donde yo creía que estaba el gnomito, me tenía de lo más preocupada.

Y así pasaban los días, con mis pantalones con goma como toda señal de embarazo. Y una buena mañana, llegaron. LAS NÁUSEAS! Horror! No llegué a vomitar en todo el embarazo, pero no sé qué es peor, por mi experiencia con gastroenteritis varias, una se queda a gusto después de vomitar. Pero con las náuseas no. Nunca te quedas a gusto. Vas con cara de malmehuele todo el día. No podía con el café. El café! Que era el momentazo del día en la oficina! El olor del comedor de la empresa era como una bofetada en toda la cara. Estuve unos días llevándome tupper de pasta cocida con tomate de tetrabrick. No podía con nada más elaborado.

Me dijeron que para aliviar las náuseas era bueno comer algo seco justo al despertarse. Pero no hay nada peor que tratar de tragar una galleta maría con la boca reseca de recién levantada. Sin agua ni ná. Y ese truco conseguía que no vomitara, pero no me aliviaba las náuseas.

Hasta que lo descubrí. SAN CARIBAN benditoseadios!! Fue mano de santo oye. La puñetera de mi matrona (típica señora mayor regordeta que dice que las mujeres estamos hechas para parir cachorros humanos), me decía que el Cariban era un placebo, que no hacía nada, que era psicológico. Pues será psicológico oiga, pero yo el día que no me lo tomo voy con cara de acelga.

Y así transcurrieron las semanas hasta llegar a mi mayor meta, la ecografía de las 12 semanas. Por supuesto fue el día de mayor saturación en consulta y tuvimos que esperar hora y media, con los nervios que teníamos. Por fin entramos en consulta. Empiezan a hacerme la eco y a Papi le hacen esperar al otro lado del biombo. Yo tampoco veo la pantalla. La gine observa muy seria. Me va a dar algo. No hago más que estudiar su cara en busca del más mínimo gesto de preocupación, satisfacción, sorpresa….la tía tendría la cara de poker súper ensayada porque no lograba adivinar qué estaba viendo. Hasta que tocó un botón y….PUMPUMPUMPUMPUM…..música celestial, el corazón del gnomito latiendo fuerte y a toda pastilla!! Por fin giró la pantalla y pudo acercarse Papi. El Gnomito ya tenía forma humana incluso movía los bracitos y las piernas. El pliegue nucal estaba bien. La prueba del triple screening también, riesgo bajo. Qué felicidad, qué relajación, qué disfrute!


Lo peor había pasado. Habíamos pasado el primer trimestre con nota. Esto iba a salir bien. Lo sabía. Por fin me permití a mi misma empezar a disfrutar, a creérmelo por fin. A anunciarlo a bombo y platillo. A hacerme fotos de frente y de perfil, pintándome la tripa con lápiz de ojos de cuántas semanas estaba. Por fin empezamos a vivir el embarazo como siempre lo habíamos soñado…


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