jueves, 20 de febrero de 2014

Neumonía

Si ya lo decía yo, que hay ciertas cosas que no se pueden decir en voz alta...por ejemplo "El Gnomito lleva muy buena racha de salud"....eso nos pasa por hablar.

En una de las últimas entradas contaba que el Gnomito tenía mucha tos, y debido a los esfuerzos le salían petequias.
Bueno, pues esa tos no mejoraba, si acaso empeoraba, hasta que una noche ya tocó fondo. Le costaba respirar, estaba muy fatigado aunque estaba relajado y dormido, tenía décimas de fiebre. Esperamos unas horas para no salir de casa en plena noche, ya que el Gnomito a pesar de estar en ese mal estado, dormía plácidamente a mi lado.

Al llegar a urgencias, le desnudan. Le observo y digo "parece que se le hunde un poco el pecho ¿no?". La única respuesta fue "MUCHO". Me quedé muda. Le miraron la saturación de oxígeno, 92% (un estado saludable es tenerla por encima del 95%). Me hicieron sentir mal, me hicieron comentarios insinuando que íbamos tarde, que cómo le habíamos dejado llegar a ese estado, que cómo no le hemos tratado antes. Pues señora, porque ANTES no estaba tan mal, porque ANTES su pediatra nos dijo que era un catarro y que le hiciéramos lavados nasales, y porque ANTES no parecía estar ahogándose.

ABRO PARÉNTESIS: una no sabe cómo acertar. Una noche aparecimos en urgencias en plena noche, por unos síntomas parecidos unidos a vómitos, y nos quedamos con cara de idiotas cuando nos dijeron que era un simple catarro y que simplemente le hiciéramos lavados nasales. Osea, que nunca vas a acertar. O eres una histérica, o eres una dejada. Es lo que he aprendido de mis dos visitas a urgencias con el Gnomito. CIERRO PARÉNTESIS

En fin. Una vez recibida la reprimenda, empezaron a tratar al Gnomito, cogiéndole una muestra de mocos para descartar Gripe A y Gripe común, le hicieron una placa de tórax y le pusieron aerosoles con Ventolín. La saturación de oxígeno no sube. Mientras esperamos resultados, otra dosis de aerosoles. En esto, llegan los resultados, no tiene ningún tipo de gripe, pero la placa muestra que el Gnomito tiene neumonía. Nos dijeron que no les preocupaba tanto la neumonía, que con antibiótico de podía tratar en casa, sin embargo si no conseguían subirle la saturación de oxígeno tendrían que ingresarle para ponerle oxígeno.
Le miran la saturación y sigue baja. Ya me empieza a entrar de todo, más cuando Papi desde fuera me envía whatsapp dudando si nos dejarían quedarnos con él en caso de quedarse ingresado. La imagen de mi hijo solito, atado a la cama y con una mascarilla de oxígeno empezó a torturarme.

Por suerte tras el tercer chute de aerosoles de Ventolín, y las posteriores carreras que se pegó mi pequeñín por todos los despachos de urgencias (tanto Ventolín le puso como una moto), la saturación por fin le subió a 95%. Con eso les bastaba, nos podíamos ir a casa!!

Y en esas estamos. Si vierais al Gnomito no os creeríais que está enfermo! Está contento, activo....lo único es que se fatiga bastante (aunque cada día va mejor). Su pediatra del centro de salud le está viendo casi a diario, su saturación de oxígeno ya es normal, aunque tiene todavía pitos y ruidos en el pecho, pero es normal. Esa es otra. Su pediatra. Qué personaje. Pero hoy no me quiero alargar más, lo dejo para otro día.

De esta historia saco dos moralejas:

1. Cuando penséis que no queréis decir algo en voz alta por si se chafa...no lo hagáis!! Que se chafa seguro.

2. En urgencias quedarás como una histérica o como una madre descuidada. No hay término medio.

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